¡Qué tiempos aquellos! Todo era mucho más sencillo. Venía un general con el apoyo de un grupo de civiles y algunas corporaciones, bombardeaban una plaza, mataban a unos cientos o miles, y entraba a la Casa de Gobierno. Una locución tenebrosa le ponía número al comunicado y listo. Ya está, la democracia estaba suprimida y... Leer más →