Dicen algunos radicales que ya está tratando de traicionar lo firmado. Que ya pelea, sin ningún argumento, un lugar en la lista de diputados nacionales para agosto y octubre. No sorprendería. Su naturaleza quedó al desnudo: es un traidor nato. Y sólo busca salvar su pellejo, cuando todos apuntan a él.
¿Será consciente del daño que le causó Corral a su propio partido? ¿ Habrá tomado conciencia de que sus acciones le provocaron al radicalismo, no ya al Frente Progresista, sino al radicalismo, el peor daño que se recuerde en la historia de la Provincia de Santa Fe? Y si lo es: ¿ le importará?
Su derrota en las elecciones es absoluta. No sólo perdió la ciudad que gobernaba, sino que ni siquiera fue capaz de ganar en su propio territorio. Segundo y a casi treinta puntos de Jatón, en la categoría de intendente. Dejó, por su propia decisión, sin representación nueva a sus correligionarios en el concejo municipal. Y apenas obtuvo cinco diputados provinciales, de los cuales dos representan a la UCR. y nada más.
Sus votos, su ahínco en las generales por combatir a la gestión de Miguel Lifschitz – el hombre que más obras públicas hizo en la historia de la ciudad que Corral gobernaba- y el constante agravio contra Antonio Bonfatti cumplió el objetivo que muchos anticipamos: le regaló el gobierno al Peronismo. Y algo más grave aún, interrumpió un proceso de cogobierno que la mayoría de los radicales estaban llevando adelante en la gestión provincial.
En su ciudad, sacó 20 mil votos menos que otro radical, Jorge Henn. En el departamento La Capital, también perdió contra el ex vicegobernador en la cosecha de votos. En ambos espacios, y en su categoría, quedó tercero, muy lejos de Omar Perotti y de Antonio Bonfatti.
No sólo no consiguió sostener las expectativas de su coalición, sino que trabajó directamente para la derrota del Frente gobernante. Y repito, fue impúdicamente funcional al triunfo de los que dice «son el enemigo del gobierno de Macri»
Nadie en su sano juicio, puede interpretar desde lo colectivo que José Corral puede aspirar a nuevas expectativas políticas. Sólo él. Que como quedó demostrado, no pensó ni en los centenares de compañeros que se quedarán sin empleo el próximo 10 de diciembre, ni en las consecuencias políticas negativas que traerá, una gestión justicialista a Santa Fe. El, y sus pocos socios de aventuras, son los responsables de lo acontecido.
Es probable, falta mucho, que el buen recuerdo de las tres gestiones del Frente, le procuren a Socialistas y radicales, una vez que puedan lamer sus heridas, nuevas oportunidades en el futuro. Es probable , también, que después de Octubre, la Alianza conservadora, ahora también peronista, Cambiemos, se desintegre tras una eventual derrota.
Aún así, el sigue intentando salvar su propia ropa, y quiere borrar lo firmado en los primeros meses de este año. Quiere ser candidato a diputado nacional, rompiendo el acuerdo con Federico Angelini del PRO, que se bajó de una interna, bajo esa única condición.
Entonces, muchos podrán seguir mirando a la cara a quienes confiaron su voto. Pero no Corral. Un personaje siniestro, devorado por su ego, traidor a cada uno de los espacios que conformó, y finalmente, el principal responsable del deterioro de la UCR en la provincia de Santa Fe.
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