En las últimas horas de campaña, se nota el nerviosismo y la incertidumbre: el principal foco está puesto en la definición de la interna de UXCSF, donde el radical Pullaro parece fortalecer su diferencia sobre Losada. Debajo de esa pelea, importarán mucho, la lectura de votos que obtendrá el peronismo, la definición del candidato que enfrentará a Perotti en las elecciones a diputados provinciales, y la definición de las candidaturas en las dos principales ciudades.

No hay mucho para develar en Santa Fe. Todas las encuestas dicen que la oposición se alzará con un triunfo que estará cerca de duplicar al oficialismo en las sumas de ambos.

La «gran duda» es quien será el candidato opositor después del escrutinio del domingo. Por ahora, ese nombre parece ser el de Maximiliano Pullaro. Un ex ministro de Miguel Lifschitz, que apostó a una campaña larga y de incesante recorrido territorial. La mayor fortaleza de Pullaro es precisamente esa: detrás de él, se encuentra el grueso del aparato partidario radical, y especialmente un número demoledor de intendentes y presidentes comunales: 180. Radicales y «Frentistas», por no denominarlos socialistas.

Y allí otro dato a tener en cuenta: La interna socialista, que derivó en la división de dos listas para la Càmara de diputados, una encabezada por Clara García y otra por el ex gobernador Antonio Bonfatti, también termina jugando a favor de las expectativas de Pullaro: La mayor parte de los votantes de Bonfatti, están acompañando al radical en la categoría de gobernador. Los otros, claro, acompañan la candidatura de Mónica Fein. Una buena candidata, que no podrá sortear la enorme polarización que instalaron Losada y Pullaro.

Losada apostó mucho a lo mediatico. Cometió errores infantiles, como admitir que no vive en la provincia y que sólo lo hará en el caso de ser electa gobernadora, y además, promovió un juego de destrucción general contra su adversario, al que le prodigó elogios hasta hace menos de seis meses. A Losada no la acompaña ninguna estructura partidaria importante: En los pasillos se reconoce que tiene una buena relación con el gobernador Perotti, que «vació» de recursos a su candidato Marcelo Lewandoski, para favorecer las chances de la periodista. Ni siquiera el respaldo de Patricia Bullrich y Mauricio Macri pudieron desequilibrar el escenario a favor de Losada: ambos reconocen a Pullaro como una figura importante. Bullrich mantiene comunicaciones constantes con el ex ministro de seguridad y Macri, llamó a la unidad, luego de que Losada dijera que en «caso de perder, no acompañaría a Pullaro»

En el Peronismo las señales son alarmantes. Perotti es por lejos, el gobernador saliente con peor imagen de la historia reciente de la provincia de Santa Fe. Los números más generosos, le reconocen una imagen positiva del 25 %. Sus antecesores, todos, incluidos los justicialistas Reutemann y Obeid, se fueron con imagenes que superaban el 50 % de aceptación. Y mucho más lejos de Binner, Bonfatti y Lifschitz, que se fueron con niveles de imagenes superiores al 60%.

A Lewandoski, las PASO no le preocupan. Aunque los números de las encuestas lo encuentren con una intención de votos que ronda el 20%, no tiene garantizado lo que antes parecía un hecho indiscutible: Nadie le asegura que vaya a ser el candidato más votado. A él también la polarización de la interna de UNIDOS, le juega una mala pasada. Una cosa será ser el candidato más votado, como ocurrió con algunos candidatos en otras provincias, y otra muy distinta , que no alcance ese lugar.

Para la suma, ayudan poco el resto de los candidatos peronistas: al igual que Pullaro, pero sin aparato, el único que recorrió la provincia es Leandro Busatto. Los otros dos, Cleri ( Cámpora) y Toniolli ( Mov. Evita) apuestan a mantener sus quintas y medir fuerzas entre ellos. Busatto es el único con expectativas a futuro en la provincia. Los otros dos, parecen depender de la suerte del peronismo a nivel nacional, y aparecen bastante lejos del cambio de timón que implicó el empoderamiento de Massa.

Ni los libertarios, ni la izquierda, ni ninguna fuerza nueva parece tener chances de tener grandes resultados: La izquierda unida cree que la suma los pondrá en un tercer lugar histórico, pero eso dependerá de lo que ocurra con los votos de los sectores «progresistas» que en la elección de diputados tiene una oferta muy variada.

DIPUTADOS, LA OTRA GRAN BATALLA

Ninguna encuesta se anima a decir quien gana en la interna de UXCSF en la categoria de diputados. Y es razonable: los cuatro candidatos a ocupar el primer lugar en la lista, están dando una batalla sin cuartel y con diferencias muy minimas.

Un dato elocuente: si los socialistas iban unidos, nadie pondría en dudas que ganarian esta elección, y con cierta comodidad. Pero las diferencias se hicieron inexplicablemente insalvables, y llegaron al proceso con dos listas. Una encabezada por Clara Garcia y otra, como dijimos, por Antonio Bonfatti.

Ambos, navegan entre los 8 y los 12 % de los votos. O sea: ambos suman el 20 % de las adhesiones, pero las dividen. Y eso los pone cerca de los otros aspirantes a ocupar ese lugar: el ex intendente José Corral, y el actual senador nacional, Dionisio Scarpin.

Garcia hizo una campaña a gobernadora, pero cambió de lugar en las horas de cierre de lista. Eso provocó algún desconcierto en la militancia y especialmente en muchos intendentes y presidentes comunales que la acompañaban.

Su imagen es alta, y creció mucho en conocimiento público. Pero divide ( y mucho ) con Bonfatti, que, alejado de las negociaciones por las candidaturas a la gobernación del socialismo, emprendió el camino solitario de la diputación, con una relación cada día más visible de acuerdo con el radical Pullaro.

Pullaro propone a José Corral. Corral cuenta con la ventaja de ser el candidato de Pullaro, pero no suma mucho más. En Santa Fe, donde fue dos veces intendente, sus números son relativamente buenos ( mide un promedio de 15%), pero no cuenta con las mismas simpatias en Rosario, y en buena parte del resto del territorio. A Corral tambien lo complica el «voto progre» de Pullaro. El santafesino fue el responsable matemático de la última elección a la gobernación, y muchos recuerdan que su candidatura por JXC, favoreció el triunfo de Perotti. Así las cosas, Mientras Pullaro marca entre 20 y 25 puntos de intención de votos, Corral no alcanza ( por ahora) a sumar la mitad.

El voto Pullaro- Bonfatti, juega en contra de la candidata a la gobernación socialista Mónica Fein, y lo complica a Corral. Eso, se confirmará o se desmentirá el domingo por la noche, aunque todos los bunkers reconocen esa realidad.

Por su parte, Dionisio Scarpin sufre las consecuencias de ser la sombra de Losada. Y aunque intentó lanzar su campaña con un afiche que llamó mucho la atención, ya muchos le recuerdan que dejó la intendencia de Avellaneda ( sede de Vicentín ) en 2021 y que ahora, apenas dos años despues, pretende dejar la senaduria para ser diputado. Todas las encuestas lo muestran cuarto, y muy lejos de sus tres contrincantes.

En el Peronismo, los números de Perotti «asustaron». El mandatario creyó que ganaba las PASO caminando y retaceó recursos para él y para el resto de los candidatos. La mayor expectativa hoy, es que Perotti alcance los votos que le dan su imagen positiva, y el techo son los 25 puntos.

A él le sumarán votos, el interminable ( Massista) Oscar Cachi Martinez, con peso en la capital provincial, su propia vicegobernadora Alejandra Rodenas que encabeza la lista de la Cámpora, y con menor fuerza la periodista y concejala Norma Lopez, por el sector de Busatto.

Perotti no tiene respaldos, mas que la caja del gobierno. Todos se quejan de su gestión y de sus malas maneras de resolver las relaciones internas. Sus adversarios internos son duros a la hora de definirlo: Martinez ya le dice «incapaz», y Busatto no para de definir a la gestión como una enorme «frustración».

El dato que distingue a Perotti de sus colegas de Cordoba y Mendoza, por cotejar provincias parecidas, es que en ambas el oficialismo triunfó. En Santa Fe, la posibilidad de que el justicialismo retenga el gobierno en septiembre, ya entra en el terreno de lo milagroso.

En cualquier caso, y aunque Perotti aspire a decir el domingo que es el que más votos obtuvo en la categoria, la suma de ambas coaliciones tendrá un resultado adverso para el peronismo. Algunos dicen que será duplicado, aunque los más racionales presagian diez puntos como máximo.

No hay que eludir el papel que pueda cumplir en estas elecciones el FAP, una agrupación que representa especialmente a los socialistas, radicales y otros partidos mas pequeños, que renegaron de la integración a UXCSF.

Tres nombres encabezan una lista competitiva: Del Frade, Balagué y Palo Oliver. Aunque tienen un piso considerable, también pueden ser afectados por el voto a Bonfatti. Un asunto que nadie, al menos por ahora, puede negar o confirmar.

Finalmente, hay prestar atención a un nombre que los medios han «jubilado», pero que las encuestas lo revelan con vigencia: Amalia Granata. La diputada aspira a renovar su banca y viene desplegando una campaña silenciosa que parece consolidar sus chances de volver a ser diputada. Algunos hablan de ella como la «tapada» y una encuesta, la muestra mezclada entre los mas votados en la categoria de diputados.

ROSARIO Y SANTA FE

Los dos principales municipios también determinarán posiciones a futuro. Todo parece indicar que tanto Emilio Jatón, como Pablo Javkin tienen chances de ser candidatos a la reelección en septiembre.

Lo de Jatón, parece consolidado. El médico Juan Pablo Poletti y la última ganadora de las elecciones a concejales Adriana Molina, parecian ponerle en riesgo el lugar. Pero allí, la división los debilita a los dos, y Jatón parece que llegará el domingo a un resultado muy cómodo. Jatón no «juega» en las provinciales, aunque sus relaciones son mejores con Pullaro que con Losada. Igual, el intendente ya ha dejado claras sus expectativas a futuro, y un triunfo en la ciudad, lo capultará a pelear la gobernación en 2027. Hoy, eso es ficción. Pero, los años pasan rápido, sino hay que preguntarle a Perotti.

En la ciudad capital, el peronismo va camino a hacer su peor elección desde el retorno a la democracia. Si a la interna la ganara Martin Gainza, de estrecho vinculo con Sergio Massa, las posibilidades podrian crecer de cara a Septiembre. Si fuera al revés, nadie aspira a que las cosas mejoren.

Lo de Javkin, aparece mucho mas complicado. No sólo está pagando su relación de extrema tibieza con la gestión de Perotti – al que le negó criticas durante los tres años y medios de mayor abandono en materia de seguridad de la ciudad- sino que le surgieron rivales internos fuertes: Por un lado, y de la mano de Maximiliano Pullaro, el veterano periodista Roberto Tessandori, representa a una buena parte del «voto cansancio». A él se le sumó un nombre que suma: Federico Lifschitz. El hijo de Miguel, que se escindió del PS y encabeza una campaña muy agresiva, para ser concejal.

Pero el socialismo no se quedó quieto y propone al actual diputado nacional Enrique Estevez para la intendencia. Estevez cuenta con el grueso del partido socialista, pero por abajo soporta la crisis de la interna Garcia- Bonfatti. Tanto, que la principal aspirante al concejo, Susana Rueda, hace campaña abiertamente con el ex gobernador. Estevez, en cambio, se abraza a Garcia y a Fein.

En el peronismo rosarino los ánimos no son los mejores: hace seis meses imaginaban la elección rosarina como un «paseo». Pero el candidato que más media, Lewandoski, va por la gobernación.

Allí quedaron entonces, dos candidatos con buen piso, pero con techos bajos: el ex ministro de Perotti, Roberto Sukerman, y el concejal de la otrora agrupación independiente Ciudad Futura.

Los números entre ellos son parejos, pero tambien están afectados por la intensidad que cobró la interna del oficialismo municipal: La lucha Javkin, Tessandori y Estevez, es la estrella del domingo en Rosario. Debería pasar otro «miagro» para que el peronismo quede en posición expectante de obtener la intendencia de Rosario, por primera vez desde 1983.