Un colega porteño ,muy prestigioso ,pregunta ansioso: «¿Y Pullaro, que onda?». La pregunta está enfocada en las elecciones de octubre a diputados nacionales. «No está jugando, por ahora» le digo, y mi colega se enoja: «¿Cómo no va a jugar? Es un animal político, tiene ambiciones. No puede no jugar». Me río y le explico: «Ustedes no entienden que la lógica porteña, se rompe ante las cuentas fiscales. Acá es Convención primero, después vemos». No quedó conforme, y supongo que cuando cortó, llamó a algun otro para que le saque esa duda.

Es así: En Santa Fe, lo nacional va por el costado. Y quienes se adelanten a hacer suposiones, se equivocan. Porque adentro, al menos en el núcleo más duro del gobierno, no están mirando al asunto con atención.

«Terminamos el reglamento de la Convención, y después la Convención. Lo de las nacionales ni siquiera está conversado. Puede pasar cualquier cosa» apunta un ministro de Pullaro que se manifiesta contento, por los resultados de la gira norteamericana del primer mandatario.

Hay un dato que no pasó desapercibido a nadie, y menos a Casa Rosada: Los dos senadores radicales votaron en contra de los intereses del gobierno el pasado jueves. No se sumaron a la «moratoria previsional», pero en el resto de los proyectos, levantaron la mano con la oposición.

Mientras eso pasaba, la vicegobernadora Gisela Scaglia lanzaba un twitt de reproche a lo votado: «El camino no puede ser hipotecado con proyectos que el Kirchnerismo quiere imponer en el Senado»

La vice después aclaró que «no es un reproche a los legisladores, que son radicales. Yo soy del PRO y tengo opinión también. De ninguna manera es una contradicción, sino una expresión de la pluralidad de UNIDOS».

La posición del oficialismo santafesino frente a Javier Milei es dificil: El gobernador hace todos los esfuerzos por no sumarse a ninguna jugada que lo encuentre como protagonista, pero la falta de atención desde nación, lo empuja a tomar posiciones

Lo cierto es el gobierno de Pullaro lo que realmente le interesa- hoy- son las definiciones que impacten sobre la economía provincial, mucho más que las incorrecciones políticas y los ruidos que generan las medidas del Mileismo. Esa «asepsia» con lo nacional, ya empezó a hacer ruidos en alguno de los socios, que esperan de Pullaro una «conducción opositora».

El ministro insiste : «Les cuesta entender a todos, a los amigos y a los que están enfrente, que nuestro juego es la provincia, y nada más que la provincia. Y que todo lo que decidamos en torno a lo nacional, lo vamos a hacer si le conviene o no a la provincia». Un pragmatismo absoluto, atado exclusivamente a la suerte de la gestión local. Sin ningún apuro, ni adopción de posturas totales.

Entre los socios, hay ansiedad: Especialmente de los que creen que es el momento de enfrentar frontalmente a las políticas nacionales y que el gobernador debe ocupar un lugar protagónico en ese proceso.

Los socialistas ya resolvieron dónde y con quienes irán en Octubre, y tienen la «esperanza» de que el gobernador acompañe ese destino: Un acuerdo con el peronismo no K que encabeza el cordobés Juan Schiaretti, los sectores del Radicalismo que responden a Lousteau, y el PRO no Mileista, que simpatiza con Jorge Macri, y otros actores, como el ex Jefe de Gobierno, Horacio Rodriguez Larreta.

El PRO, está en una situación más incómoda: Atada la alianza en Provincia de Buenos Aires, y rota la relación de Jorge Macri con LLA en CABA, los santafesinos miran como hijos de padres separados y esperan un guiño de Pullaro que no va a llegar a la misma situación en la provincia. ¿ Se puede pensar en un acuerdo LLA/PRO en la bota? A eso aspiran algunos amarillos, como el diputado con ansias de renovación, Chumpitaz. Pero nadie lo tiene demasiado claro.

«Nosotros no tenemos resuelto nada. Y sería un error descartar algo», dice una referencia del PRO santafesino.

«A nosotros, hoy, nos tiene que ocupar la Convención. Obtener la mejor Constitución posible, e insistir con las políticas de obras públicas, seguridad y Educación que llevamos adelante. El cierre de listas nos chocará. En esas horas definiremos todo». Se despide el Ministro.

Por lo escuchado, la conclusión es bastante obvia: En Santa Fe, el oficialismo puede ir en una sola lista, o terminar dividido en tres. Al decir de un dirigente «Es posible que terminemos UNIDOS, o puede que nos desconozcamos en la nacional y seguir conviviendo en lo provincial». Lo definirá el radicalismo, que tiene a su presidente ocupado en la Convención Constituyente que presidirá.

Del otro lado, el peronismo, va sin ataduras pero sin unidades. La eliminación de las PASO, los complicó. Especialmente por las ambiciones de algunos dirigentes que quieren ocupar el mismo lugar. Mientras Agustín Rossi quiere ser el primer candidato, y cuenta con el respaldo del peronismo orgánico, del otro lado los miembros del Kirchnerismo «camporista», dicen que son ellos los que tienen que armar «lo nuevo». Ahí tallará la irrupción del nuevo liderazgo «no peronista» dentro del peronismo, que se alza en la figura de Juan Monteverde.

Nadie sabe si el Peronismo santafesino irá bajo el lema de «Cristina Libre» o si buscará la unidad con posiciones menos K.

Allí tampoco hay nada claro. Puede que terminen todos juntos y con alguna expectativa de ganar las elecciones, con todo lo eso significará para los medios nacionales, o puede que vayan en dos o tres listas, dependiendo de las ambiciones de cada sector.

En el oficialismo nacional, hay silencio. Pero las cartas parecen echadas: » Karina ya definió casi todo con Romina Diez» dice una fuente cercana a la Rosada y agrega, «esperan llegar a algunos acuerdos, pero no piensan regalarle nada a nadie. Los diputados tienen que ser puros, y responder a Javier y Karina» asegura, dando por sentado que no le abren muchas chances a un acuerdo con sectores que conforman la coalición del gobierno provincial.

En Santa Fe, como en el resto del pais, en octubre habrá elecciones a diputados nacionales. Y ni siquiera los dirigentes, parecen entusiasmados con el asunto.