Todos los periodistas sabemos que nuestro trabajo es temporario y que corre riesgos, siempre. Todos sabemos que los dueños de los medios privados tienen derecho a tomar decisiones. Especialmente si esas decisiones van a en procura de evitar males mayores. Sin embargo, en este resonante caso, hay olor a censura. A una discriminada limpieza, que apunta a silenciar a un periodista que, como muy pocos, se ocupa más de informar que de opinar.

Jairo Straccia es, lo escribí hace muchos años, uno de los pocos periodistas que apenas escuchamos o leemos, sabemos que serán importantes. Ocurre con pocos, entre los que me excluyo claramente, porque los Jairos, se abocan a informar. Primero a publicar información, y después a opinar.

Y como todos sabemos, lo que jode al poder, a todos los tipos de poderes, es la información. No la opinión.

Jairo Straccia jodió a algún poder. No queda claro a cual o cuales. Todos sospechamos que jodió su programa en el Garraham. O su investigación sostenida sobre los sobreprecios de pañales. O alguna entrevista contando lo que está pasando con los niños en Gaza. O su información económica O… un montón de cosas, que desde la información rigurosa y con un lenguaje llano y un tono divertido, estaban convirtiéndose en una molestia. En una hinchada de pelotas para algunos. Y esa es y será una cucarda para Jairo. Aunque hoy le duela.

¿Por qué levantan un programa exitoso en todos los sentidos?

Porque Radio Con Vos, en su horario, era un éxito. No le generaba pérdidas a la empresa y además, había consolidado una gran comunidad en Buenos Aires y en todo el país.

La única respuesta es : Porque hacía periodismo. Y cuando el periodismo se dedica a informar, jode. Y cuando jode demasiado, se lo limpia. Y este debería ser un llamado de atención a muchos periodistas que relativizan el levantamiento, confundiendolo con otros tantos levantamientos en la historia de los medios.

No. Este levantamiento es una advertencia muy clara: «No jodan, porque los dejamos sin trabajo. O los ponemos frente a la humillación de cobrar sueldos, pero les decimos qué y cuando decir. Lo que queremos que digan»

Jairo no fue despedido de la radio. Le levantaron su programa, pero fue invitado a continuar en la emisora como columnista de otro programa. Pero eligió irse y ese gesto, que seguramente es económicamente perjudicial, es de una dignidad impropia de estos tiempos carentes de valores éticos.

Es entendible que algunos le digan: «Estas cosas pasan, hay que seguir», pero a la vez, es conmovedor, sigue siendo conmovedor, que en medio de tanta mierda, alguien se pare y diga: «Conmigo no». Y pinten una linea clara en la mesa que nos señale los límites. Hasta donde permitimos que nos manoseen. Un fuck you real a los confusos poderes que le impusieron el final a la radio. A esos pobres tipos que solo tienen guita.

A Straccia, no tengo dudas, lo esperan cosas importantes. Y ya no se trata solo de su calidad periodistica, sino de su ética. Y cada día serán más importantes, las señales éticas. La de los periodistas, de los políticos, de los kiosqueros y los bomberos voluntarios.

Es una ingenuidad, lo sé, pero los que todavía creemos en la condición humana, sabemos que de este quilombo saldremos sembrando valores. Y hay pocas personas que los andan multiplicando.

Por lo demás, lo oyentes de BTCH amanecimos huérfanos este martes. Mi mujer me dijo a las 6:»¿Y ahora que escucho?». Una pregunta que se repitió esta mañana en miles y miles de hogares. Nos dejaron sin las voces combinadas de Yammila y Jairo, y todos sus compañeros, con una química que fueron gestando a base de mucho trabajo y una verdadera sintonía con sus oyentes. Una cosa dificil de gestar. Porque es la consecuencia de algo que no todos tienen: talento.

Y una humanidad absoluta. Que nos hicieron emocionar y divertir como casi nadie nos emociona y nos divierte. Y a las seis de la mañana.

En fin. Nos robaron una compañía. Y encima, nos dejaron sin información.

Seguro que BTCH volverá en alguna radio. Pero no deja de ser un enorme daño el que (se) nos hicieron los dueños de la emisora. Vendieron una cabeza, y lo saben.

Por suerte, todavía hay cabezas que no están a la venta, ni se dejan comprar.


Descubre más desde CONICHEREP.COM

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Tendencias