“La victoria tiene mil padres, la derrota es huérfana” habría dicho Napoleón Bonaparte. Frente a una victoria, se hacen colas para atribuirse los logros ,pero el fracaso es algo que nadie quiere reconocer como un asunto propio. Que Provincias Unidas – Unidos- haya terminado en tercer lugar en Santa Fe, no es fácil de digerir para el gobierno provincial. Más allá de los factores exógenos , los números deberán leerse con autocrítica.
Es cierto: Los números del domingo son muy parecidos a los números de 2021 y 2023. En Santa Fe los votos del entonces Cambiemos, siguen cautivos en el universo del anacrónico concepto de la «centroderecha», y el voto peronista es exactamente el mismo, punto más punto menos. La diferencia con otras elecciones de este tipo, era la expectativa sobre Provincias Unidas, que invitaba a creer en un germen de alternativa a la polarización nacional. Y en Santa Fe, la diferencia adicional fue la omnipresencia del gobernador, que expuso su capital político y no puede evitar que se lea esta derrota como propia.
Se dirá con razones, que fueron victimas de la nueva grieta nacional. Se dirá que un gran sector del electorado votó a favor de Milei o por temor a que gane el peronismo. Pero en Santa Fe, a diferencia de otras provincias, había una alternativa clara. Y contó con la centralidad absoluta del mandatario, que tal como lo manifestó, puso a su propia vicegobernadora como cabeza de lista.
«Votar a Gisela es votarme a mí», repitió una y mil veces . Y a la hora del recuento, debe soportar la cosecha de votos de la lista, como propia. La sobrexposición del gobernador, la multiplicación de los frentes de batalla, la falta de reconocimiento de la gravedad de algunos problemas que fueron creciendo son algunos de los factores que, por lo menos, deberán reconsiderar los principales asesores políticos del gobernador.
Y esta derrota , es una enorme oportunidad de aprendizaje. Especialmente para algunos funcionarios de segunda y tercera linea, que dejaron de escuchar a quienes ( incluso desde adentro de la coalición, incluidos muchos radicales) venian advirtiendo los errores. Muchos de ellos, causados por la desconexión con aquellos a los que antes, sabían escuchar. La respuesta general a esas advertencias, fueron el desaire o el enojo. Eso, si se tienen aspiraciones de renovar la confianza del electorado en dos años, deberá corregirse.
MIRAR LA REALIDAD DESDE LA CERCANÍA
¿ Pullaro advirtió que el escenario le era adverso? ¿ Que le decían las encuestas o sus principales colaboradores, durante las dos semanas previas a la elección? ¿ La recomendación fue «acelerar» con las posiciones de dureza contra los sectores sociales descontentos con la gestión? ¿ Era la estrategia adecuada?
No lo sabemos, pero podríamos empezar por ahí: A veces los jefes políticos terminan escuchando a un grupo muy pequeño de personas y eluden a quienes con buena fe les advierten sobre las equivocaciones. La soberbia es la peor amiga de un triunfador. Porque así como las derrotas nunca son definitivas, las victorias tampoco.
Todas las encuestas dicen, con los errores que conocemos, que Pullaro mantiene una buena imagen en la población. Y es verdad que a su gestión, se le deben anotar muchos logros. Pero en cada uno de ellos, hay heridos. Las medidas que se fueron tomando, erosionaron la simpatía inicial con el gobierno provincial, por encima de las adhesiones. Y a pesar de los drásticos y efectivos cambios en seguridad, la austeridad de la gestión económica, la firmeza en materia de educación y la continuidad de la obra pública, hay muchas áreas de la gestión que tienen un alto déficit frente a los ciudadanos.
Los que seguimos caminando las calles, yendo a los supermercados, y asistiendo a los espacios públicos, advertimos un enojo creciente. Están descontentos los docentes, claro, pero además todos los empleados públicos. Y los jubilados. Y los policías. Y todo el poder judicial. Y los afiliados a IAPOS. Y los usuarios de EPE, que soportaron una sucesión de aumentos duros. Eso impacta en el electorado, se olía en las conversaciones con el ciudadano medio.
Hay asuntos simbólicos que impactan sobre la credibilidad de la gestión y eso no se remedia con nada que no sea con gestión. Va de ejemplo la falta de solución a una cuestión menor, pero que pesó mucho en las elecciones de 2023: Un padre que perdió a su hija por falta de atención en el hospital de Reconquista, batalla desde hace cinco años por una guardia pediátrica. En la campaña del 2023, le prometieron una solución. No sólo no cumplieron con la palabra, sino que los funcionarios que debían cumplirla, repitieron el accionar de los funcionarios de Perotti: No lo atienden, ni le responden a los llamados.
Si eso se multiplica microfísicamente, el resultado electoral termina siendo, también, un asunto propio : ¿Qué quedó de aquella promesa de que los funcionarios, atenderían los llamados durante las 24 horas, los siete días de la semana? Esas promesas, duelen mucho cuando no se cumplen. Y si el incumplimiento es justificado, hay dos maneras de afrontarlo: O se explican las imposibilidades de cumplir, o se cumple. El silencio, el ninguneo, la falta de atención, nunca puede ser la alternativa, porque provoca mucho enojo.
A veces, seguir el pulso de la realidad desde las redes sociales o desde la mirada de consultores que miran la realidad desde Buenos Aires, puede confundir la perspectiva. La realidad, la verdadera, está en la calle. En el mano a mano con los ciudadanos comunes. No con los propios solamente.
Y la elección de convencionales ya les había encendido luces rojas en el tablero, pero aquellos números resultaron «suficientes». No llegaron a tener mayoría propia y debieron reaccionar. Dos meses después, las elecciones de concejales fueron una advertencia severa: con excepción de Santa Fe ciudad y Venado Tuerto, UNIDOS había perdido en el resto de las principales ciudades, especialmente en Rosario, Rafaela y Reconquista. ¿ Se leyeron bien esos números o se creyó efectivamente que el mapa se había pintado de rojo?
El gobernador no descansó un solo día desde que asumió, y no son pocos los que creen que esa agitada y extenuante sobreactividad, lo fue alejando del electorado: «Cuando se está en diez lugares a la vez, a veces, no se está en ninguno», dijo un dirigente de la coalición, la semana pasada, advirtiendo el efecto desgastante de la hiper presencialidad del gobernador en la escena pública :«La ciudadanía se identifica, naturalmente, con quienes se parecen a ellos. Y Pullaro, representó eso, pero de un tiempo a esta parte, su multiplicación le fue quitando efecto. Los hombres y las mujeres comunes, descansan. No parar nunca, a veces se vuelve antinatural, ajeno a la normalidad y entrás en una categoría de superhéroe. Y eso en lugar de acercar, aleja»
A Pullaro se le notó mucho el cansancio de la campaña en las últimas semanas, cometiendo un par de errores no forzados que en otras circunstancias hubiera evitado. Como nunca, se dejó llevar por el enojo, en asuntos que abordados con serenidad, no le hubieran generado ninguna complicación»
En su discurso de cierre en Rosario, le reclamó a los militantes que salieran a convencer a amigos y familiares; el comentario de un militante radical, hijo de docentes, en medio de los aplausos, sintetizó el clima: «si no me putearan todos, yo les seguiría mandando».
Ese enojo pesa en el resultado. Lo llamativo, es que los enojados, terminaron votando a los candidatos de Milei. Toda una curiosidad…
EL FUTURO ES HOY
Ahora, después de tres elecciones, es tiempo de recuperar afecto social. Es tiempo de ocuparse sin distracciones electorales, de los asuntos cotidianos. De atender los reclamos y volver a aquella idea de cercanía, que llevó a Pullaro y a Unidos a la gobernación.
Los dias por venir, las consecuencias de la economía nacional, los impactos sociales de las medidas que se tomen, irán perfilando el destino de Provincias Unidas: Por ahora, la gente los puso en un lugar de pocas expectativas.
Es hoy, cuando deberá comenzar la recuperación: En Santa Fe hay un gobierno eficiente, con programas en marcha, con políticas que se enfocan en la producción y en el crecimiento. A eso, deben agregarle mayor contacto con el ciudadano común, con mayor cercanía, respondiendo a las originales demandas que los llevaron al gobierno: poner el foco en lo cotidiano, en las necesidades de la gente. Con la mayor humildad posible y bajando los niveles de confrontación con quienes la están pasando mal.
Será ganando en sus territorios, teniendo el respaldo de sus propias poblaciones, el punto sólido de reinicio. Para eso, los ciudadanos deben estar identificados con sus gestiones. Un asunto que el recuento de votos, puso claramente en dudas.





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