Autor Mauricio Yennerich
Varios engendros democráticos desatados por tu avaricia y por la estupidez colectiva y siempre lo mismo, vos, entregándonos.
Los kirchneristas a la Barrick Gold, a los funcionarios de primera línea que nos robaron hasta la voluntad, ustedes, más refinados, “Guante de seda en mano de hierro”, a los grupos de control financiero, esa es gente de temer, pero no es tan cipaya como ustedes, porque estudiaron economía en serio, no son ni liberales, ni ortodoxos, ni nada que se le parezca, van a donde se les brindan condiciones favorables de rentabilidad. Ustedes, entregadores seriales, no dudaron en bajar retenciones y erosionar el poder de compra del salario.
Pensá: si vas y les propones algo diferente al retorno por interés, en una de esas producís el milagro, pero no, ya se, vamos por la misma huella, discursos que no dicen nada, o dicen mucho sobre lo que nadie quiere escuchar, se acuerdan “venimos del abismo”, “esto era un desastre”, hoy “era más grave de lo que pensamos”, “tenemos una pesada herencia”, la verdad es esta: recesión, regresión, represión. Un papelón.
Estudiaron en Harvard, en cuántas otras universidades costosísimas, y nos demuestran que no saben hacer nada, en la Universidad no sólo se va a estudiar economía, también, fíjense, hay militantes, gente que trabaja, profesores con perspectiva. El pasillo de los fracasados está lleno de los “más altos promedios”, aunque me pese, porque no hay nada más lindo que un diez.
Pero si vamos a evaluarte, querido régimen macrista, es un disparate. Tus propios ministros, no ya como en los 80, cuando “un sector” le pedía devaluar a Martínez de Hoz, tus propios ministros te dicen lo que hay que hacer con el dólar. Es una vergüenza.
Tampoco tratarlos como a Scioli, que era el felpudo de Néstor, pero marcarles la cancha, aunque sea con tiza.
Está claro, hacerse respetar es para estadistas y suele ser más complicado que portar billetera.
Te fuiste a Europa, a reivindicar a la Unión Europea, exactamente en el momento en el que esa aventura, oficialmente, zozobra. Es para enmarcar. ¿Quién te asesora?
Ya sabemos que se te complicó, antes era más fácil, tres cuarteles, dos monasterios, teléfono a la Rural, y afuera los cabecitas negras.
Ahora tuviste que estudiar marketing y hablar del amor y la alegría y de la nada sin parar durante años para poner en escena esta patética política basada en un liberalismo económico que –creeme, por favor te lo pido- no va a funcionar, porque para que funcione, necesitamos que los grupos económicos que operan en el mercado con los empresarios agropecuarios, cedan, transfieran capital a la industria, que necesitará precios subsidiados y protección arancelaria, es decir, lo contrario de lo que están haciendo.
Ojalá me equivoque y dentro de un año, si es así, te juro que hago la “apología del liberalismo político” del régimen macrista y le damos continuidad a la reivindicación, inteligente, que pretendió hacer un sector del Partido, de la smithiana «mano invisible del mercado».
Entenderás que insinuar hoy un debate de esa naturaleza, al interior de nuestras filas, con desocupados, fábricas cerradas, o con trabajadores suspendidos, con la industria en baja, es imposible.
Vamos a coincidir que sin libertades políticas no vamos a ningún lado. Y las patotas en “Tiempo Argentino” ¿A quién se las facturamos? Complicado. Antes que estudiar la economía política de este país, hay que descifrarla, todos sabemos que no es fácil, pero ustedes, no ayudan.
Por eso en cuatro años a este país lo tiene que gobernar, lo va a gobernar, un Socialista del Frente Progresista, primero porque no afana, ni por derecha, ni por izquierda, segundo porque somos capaces de elaborar un plan económico que promueva al sector PyME, a la gran industria, al sector agropecuario, y ese plan, será creíble, porque será el fruto de un consenso prolongado con todos los actores, y no esto, un montaje que combina formatos de «american way» y un «vintage europeo», incapaz de conmover a alguien.