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Hebe de Bonafini fue un emblema de la resistencia a la dictadura Argentina . Y algo más: un símbolo mundial de la lucha por los derechos humanos durante las décadas del 70 y 80.

Nadie discute ni discutirá jamás a las Madres, y mucho menos a las Abuelas.

Aún así, lo dicen sus propias compañeras, siempre ejerció una conducción autoritaria que derivó en una división histórica de las Madres de Plaza de Mayo, y un alejamiento irreductible con las Abuelas de Plaza de Mayo.

Durante la democracia, menos con  el Kirchnerismo, combatió a todos los gobiernos elegidos por la gente. Incluido Alfonsín que creó la CONADEP, y ordenó el histórico Juicio a las Juntas Militares, desautorizando a la Justicia Militar.

Se recuerda con tristeza su reproche al Juicio a las Juntas Militares , histórico e inédito para todo el mundo, calificándolo de «fantochada de la justicia burguesa»

El Punto Final , la Obediencia Debida, y  los indultos de Menem; le inyectaron justificación a su desprecio por  la democracia, que tal como declaró en Pagina/12 en 1990 : » es un sistema burgués, que no representa los ideales de nuestros hijos»

Nunca realizó, como bien lo hicieron otros emblemas como Graciela Fernandez Meijide, ninguna auto-crítica sobre la violencia civil organizada en los años previos a la dictadura, ni reconoció sus errores. Sus hijos sólo fueron héroes, y sus ideales, no admiten discusión, aún si eso supone reivindicar a la violencia como método.

Pero además, con el tiempo, su discurso se llenó de afirmaciones atroces:

Dijo que todos los soldados que combatieron en Malvinas «eran fachos y que no debió volver ninguno vivo»

Festejó  los atentados a las Torres Gemelas.

Lo llamó «Facista» a Joan Manuel Serrat porque le reprochó la defensa abierta que hizo a ETA, y a todas las organizaciones terroristas del mundo.

En el multitudinario sepelio de Alfonsín dijo : «no se me cae una lágrima por ese hijo de puta, desde mi lugar, yo hago el más grande repudio para todos los hipócritas que lo fueron a aplaudir»

Dijo sin dar muchas vueltas que le encantaban «las bombas en los bares que ponen los musulmanes en Israel»

Ya con poder,  amenazó en la puerta de Tribunales con «entrar al edificio y sacar a patadas en el culo a los jueces que no fallen como el pueblo quiere»

O su racista reacción contra trabajadores de «Sueños compartidos» que le reclamaron en la Plaza sus sueldos y aportes, a los que echó diciendo : » Bolivianos de mierda, váyanse de acá, que esta plaza es nuestra»..

Con los años, mal que nos pese a todos, Hebe dejó de ser un símbolo de aquella lucha desigual contra la dictadura para convertirse en una partidaria política, con un fuerte desprecio por la democracia y también, por los Derechos Humanos que no coincidieran con los suyos.

Pero  se convirtió  en la «mimada»- Carlotto dixit- del Kirchnerismo, que además de bajar el cuadro de Videla, derogar las leyes de impunidad y apoyar  la re apertura de las causas que persiguieron y persiguen a los genocidas, le ofreció a la lider de las Madres, un nivel de financiamiento fenomenal en dos proyectos que derivaron en deudas escandalosas: La Universidad de las Madres y los «Sueños Compartidos», un plan de viviendas que terminó con el «extravío» de al menos 200 millones de pesos.

Allí Hebe ya actuó como una Cuasi-funcionaria que manejó recursos públicos con objetivos alejados de lo que representan y representaron los pañuelos blancos. Es probable que por su edad y su «ingenuidad», haya sido engañada por su socio elegido Sergio Schocklender. Con quien luego rompió, pero con quien compartió hasta el paroxismo, aún tratándose de un probado criminal,  los dos proyectos que derivaron en malversación de fondos públicos.

Hebe está sospechada de haber participado de esos negocios, y no hay ningún pañuelo que deba protegerla a la hora de darle respuestas a la justicia.

Aún aceptando la torpeza y la estupidez del juez que intenta detenerla, después de haber dejado dormir por años la causa,  pudiendo tomarle declaración en su casa, o demorando la medida, hay que decirlo con claridad:

La Justicia no quiere detener a Hebe de Bonafini por ser Madre de Plaza de Mayo, ni siquiera por ser sospechosa de un delito (grave), sino que quieren llevarla a declarar porque Hebe se negó a hacerlo en condición de imputada.

Entonces no se justifica la resistencia , ni la sobreactuación a la que asistimos por TV, en la Puerta de la Fundación, donde la vitoreaban entre otros, Luis Delia, Fernando Esteche, Amado Boudou y el propio Máximo Kirchner.

La conversión de su «resistencia» a  persecución política  tras su negativa a presentarse ante la justicia, le ofrece un escenario para su victimización, que es acompañada por una manifestación de dirigentes que la rodean y la abrazan, y un buen número de jóvenes , si, que no terminan de distinguir entre la lucha por los crímenes de la dictadura y los hechos de pornográfica corrupción;y  que creen que el pañuelo justifica cualquier acción de la señora.

Todos somos iguales frente a la ley, incluso Hebe de Bonafini.

Y todos, también, tenemos la obligación de rendir cuentas por nuestras acciones ilícitas, o el derecho- seamos o no  inocentes- a  defendernos de las acusaciones frente a la ley.

A esto último se está negando Bonafini. Con la coherencia de quien desprecia a la democracia y a sus instituciones.

Entonces Bonafini se erige en la presidenta de Hebelandia. Un pais donde sólo tienen derecho los que comparten sus pensamientos e intereses, siempre y cuando ella lo decida.

En Hebelandia los corruptos dejan de serlo si reivindican las causas, o si formaron parte del gobierno de los Kirchner.

En Hebelandia, los gobiernos legítimos son sólo los que responden a sus condiciones.

Y la justicia es Justicia, sólo si sus fallos o acciones se acomodan a sus reclamos.

Nada queda en Hebe de aquella valerosa mujer que marchaba los jueves en la Plaza de Mayo. Sus acciones a lo largo de estos 33 años la pusieron en un lugar muy marginal de Argentina, y la convirtieron en la Lider eterna de Hebelandia, un país que sólo habitan aquellos que estén dispuestos a aplaudirla, haga lo que haga, diga lo que diga.

 

 

6 comentarios en «Hebelandia»
  1. No es nada más que una persona peligrosa para la democracia y la seguridad de todos sin distinción de nada que no adhiera sus manifestaciones facistas y promotoras de la violencia y los crímenes. No tiene ni noción de lo que es vivir con dignidad en una sociedad organizada. Solamente un juez sospechoso de haberle preparado el show del jueves puede todavía dejarla en libertad.

    1. No es nada más que una persona peligrosa para la democracia y la seguridad de todos sin distinción de nada que no adhiera sus manifestaciones facistas y promotoras de la violencia y los crímenes. No tiene ni noción de lo que es vivir con dignidad en una sociedad organizada. Solamente un juez sospechoso de haberle preparado el show del jueves puede todavía dejarla en libertad.

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