De todos los olores del mundo,
me quedo con el jazmín del aire, con la madera recién encendida para asar
con la flor del naranjo y el perfume del pelo de mis hijas antes de dormir.
De todos los textos que he leído, elijo los que describen los detalles
Los que saben explicar lo que se siente
Los que preguntan mucho más de lo que se responden.
De todos los amigos que tengo, prefiero al que se ríe en medio de la tragedia,
Al que sabe esperar sin condenarme
Al que me enseña libros, música y películas
Al que se ríe de mi, al que está en las malas.
De todos los lugares que conozco en el mundo, prefiero la galería de mi casa, en primavera. El cielo de Madrid en invierno
La caída del sol en Necochea, Santa Fe soleada en otoño.
De todos los sonidos que escuché,
Me quedo con la risa de mis niñas bromeando entre ellas
Las canciones que vibran en mi estómago y traen recuerdos
El grito masivo del gol que esperaba, El silencio de casa en madrugada.
De todos los abrazos que di, Me quedo con los largos del reencuentro
Con los del “vamos que podes”, Con los que consuelan
Con los que desorientan a la soledad.
De todos y cada uno de los hombres que conozco, me quedo con los que te miran a los ojos
Con los que dicen si o no, sin dar vueltas. Con los que dicen lo que piensan sin especular
Con los que se animan a decir lo incorrecto
De todas las mujeres que conocí, me quedo con las que me quisieron
Con las que dicen si o no, sin especular, Con las que no se maquillan y usan jeans.
Con las que me enseñaron a entenderlas
Con las que me recuerdan, cuando las recuerdo. Con las que supieron salir de mi sin lastimar.
De todos los momentos que he vivido. Me quedo con el sexo, claro.
Con el placer en general. Con los encuentros con amigos
Con las charlas profundas con Malbec , porro, o Single Malt.
Con la conexión banda ancha con el otro, con los que hago planes para seguir
Con todos los que me emocionan.
De todo lo que fui testigo, elijo el parto de mis hijas
los goles de Messi en vivo , el ultimo concierto de Spinetta,
la solidaridad de otros, con la que fui bendecido
el estallido del sometido, que le pone fin.
De todo lo poco que he aprendido, pocas cosas no puedo hacer
Fingirle la sonrisa a un tipo que desprecio, Decirle no a quien amo
Perdonar la traición del que era amigo
Y callarme la boca cuando conviene.