Los más memoriosos de Casa Gris no recuerdan haber visto, jamás, un final con cánticos en le Salón Blanco. Mucho menos si decimos que quienes cantaban, con el acompañamiento de aplausos del resto de la concurrencia, eran dirigentes gremiales o ex trabajadores de una entidad vaciada por el mismo Estado, en una decisión firmada allí mismo.
El martes 14 de marzo de 2017 quizás sea recordado como el día en el que la provincia de Santa Fe, salió a recuperar su memoria, su orgullo y también, por qué no, el sueño de futuro
21 años pasaron desde que el ex Gobernador Jorge Obeid, por orden del Senador Carlos Reutemann, bajo el control «técnico» de Juan Carlos Mercier y del entonces Ministro de la Producción y último presidente del Banco Provincial, Omar Perotti; decidieron privatizar una de las entidades financieras públicas más antiguas del país; luego de un proceso de vaciamiento sin antecedentes , para entregárselo a dos hermanos de apellido Rhom, socios de José Martínez de Hoz y Krieger Vassena, a la postre detenidos y procesados por lavado de dinero del narcotráfico.
Aquella decisión, confundida entre tantas, mientras soplaban los vientos neoliberales y las privatizaciones eran moneda corriente; supuso la más bochornosa operación económica que recuerde el Estado santafesino, sino el país.
Aquella privatización se efectuó por sanción de la legislatura santafesina, el 7 de marzo de 1996, y la resistencia de los trabajadores del entonces Banco Provincial, acabó con una represión sin antecedentes en la democracia santafesina.
Los responsables políticos de entonces, «vendieron» el Banco Provincia a cambio de… pagar 1.000 millones de dólares ( si, leyó bien, pagamos eso en lugar de cobrarlo), y le dejaron al Estado Provincial la obligación residual de cobrar las deudas incobrables. Claro, nunca se cobraron.
La historia se había iniciado algunos años antes, en el final de la Dictadura, justamente con Juan Carlos Mercier como Presidente del Directorio del Banco Provincial y se desarrolló hasta el año de su privatización: en esos años, se encargaron de vaciarlo y ponerlo al borde del quebranto. Realizando operaciones crediticias que no tuvieron la mínima justificación, y que derivaron en las condiciones ideales para «venderlo».
Antes de esa venta se iniciaron acciones judiciales para investigar lo sucedido. La justicia federal santafesina, con Hermes Brusa y una Cámara cómplice, las cerraron sin dar demasiadas explicaciones. La Justicia Provincial intentó avanzar en la tramitación, pero mediaron atentados, como el que sufrió el ex Ministro de la Corte Jorge Barraguirre (padre), al que le volaron la casa , sin que nadie haya hecho nada luego por investigar y mucho menos descubrir a los autores. El actual Fiscal General de la Provincia, Julio de Olazabal cuenta con detalles lo que se intentó hacer en aquellos años, y se muerde por contar lo que lamentablemente, no puede probar.
El vaciamiento fue tan grosero, que el propio Obeid le encargó al intachable dirigente de la Democracia Cristiana, Alfredo «Pichón» Nogueras, que constituya una Comisión investigadora integrada por dirigentes de varios partidos, y organizaciones intermedias. Los resultados de aquella investigación fueron tan contundentes respecto a las irregularidades, que hacerlos públicos en su totalidad, hubiera significado una autoincriminación para quienes gobernaban entonces. Obeid prefirió publicar una breve síntesis general, y ordenó el archivo de aquellos documentos bajo el régimen de «secreto bancario» que recién se liberaría a la consulta pública en 2028.
Esa situación se acabó el martes, cuando el Gobernado Lifschitz decidió que se hagan públicos y que sean exhibidos por internet para que todos los santafesinos, muy pronto, podamos acceder a ellos. Y la reapertura de la causa por «Cosa Juzgada fraudulenta» ordenada por la Cámara Federal de Rosario, abre algunas expectativas de una posible incorporación de nuevas pruebas a la causa, y una potencial incriminación para todos aquellos que fueron partícipes, y con la debida protección, salieron impunes .
Lifschitz también decidió que la Provincia se constituya en querellante, y anticipó que no será «una cuestión meramente simbólica», y que para eso ordenó al Fiscal de Estado «que se contratarán abogados especializados en delitos económicos, para que hagan valer los intereses que la provincia perdió» en aquel bochornoso hecho.
El tiempo dirá, una vez abiertos los archivos del Informe Nogueras, una vez que la sociedad se haga eco de las eventuales novedades «desconocidas», si algo del desfalco pueda ser reparado.
Ese que perpetraron unos particulares investidos por la gente en gobierno, ese que tanta falta hizo y hace ante cada emergencia. Cuando faltan recursos, y la timba financiera vuelve imposible un crédito para quienes quieren producir.
Mientras tanto, y por lo pronto, del Salón Blanco salieron cantando los ex trabajadores reprimidos en la resistencia. Se recordó a Nogueras. Se repasaron los acontecimientos. Se encendió la mecha de la memoria, la política dió una señal de salud moral, y muchos, sino todos, salieron entusiasmados con la idea de que alguna vez Santa Fe, vuelva a tener su Banco Estatal.
«No ya para nuestros hijos, porque perdimos esa batalla, pero si para nuestros nietos», como claramente expresó un ex trabajador bancario, con sus ojos llenos de lágrimas.
Yo diría que en un estado de distorsión como se está hoy día por distintos estados terroristas podía para esto o peor algún
Europa uso armas militares contra poblacion civil y eso es terrorismo más la actualidad donde otra vez Europa nos tiene amenazado de muerte con armas que Realmente a terrorizan cualquiera puede actuar en contra de si mismo sin notarse el echo más que ponen parantes como el dinero ileguitimo del euro como quinto sistemático covertante a invertir de cumara económica a los estados que no fueron recursados en la movilidad de la aberante Europa pero existente