Mire, señor. Yo puedo entender cada una de las explicaciones técnicas que usted despliega con cuadros, lineas y tablas en la pantalla. Créame que haré el esfuerzo por hacerlo, pero aún así, le diré: nosotros no somos los culpables, y no es justo que lo paguemos.
Mire: yo los escucho y me parece mentira. Ustedes dijeron que venían a poner las cosas en orden. Que no iban a devaluar, que iban a descargarnos impositivamente, que los trabajadores no íbamos a pagar ganancias, que la inflación era fácil de bajar, que no iban a hacer un tarifazo y más: nos prometieron eliminar la pobreza.
Yo lo entiendo, ojo, yo algo entiendo de política y es cierto; en la campaña se miente siempre. Pero no jodamos, no tanto.
Ustedes apenas llegaron al gobierno liberaron a los sectores del agro y de la minería de las retenciones. Liberaron los precios de los combustibles. Y eligieron el camino de la quita de los subsidios a los servicios casi de cuajo. Nadie discutía el diagnóstico. Necesitábamos bajar el déficit fiscal, póngale, pero lo que no sabíamos era que pensaban hacerlo sobre nuestras espaldas. Y cuando digo «nuestras» hablo de la clase media. De la que paga sus impuestos al día, de la que deja un 30 % de sus magros ingresos en concepto de «ganancias», de los que cometimos el ¿error? de consumir y pagar el IVA más caro del mundo. De los que cambiamos los autos cada dos años, de los que si no trabajamos en relación de dependencia tenemos que pagar la prepaga, o las cuotas de una escuela para nuestros hijos para «salvarlos de la Escuela pública». ¿ entiende o no?
Porque ustedes acusan a la oposición de poner en riesgo la estabilidad porque quieren sancionar una ley que nos afloje la soga de las tarifas en el cuello, pero al mismo tiempo ustedes intentan sancionar una ley laboral que nos somete a situaciones de mayor precarización a los laburantes. ¿ Quien juega a que?
Desde que asumieron no pararon de generarnos angustias. Nos multiplicaron por 10 el precio de la nafta, nos sextuplicaron el precio del gas y la electricidad, aumentaron las importaciones y liquidaron a varios sectores de la industria nacional, le quitaron recursos a la investigación científica, y nos expusieron a negociaciones paritarias siempre por debajo de la inflación real.
Y ahora este asunto de la devaluación y las tasas. ¿ Qué carajo tenemos que ver nosotros con eso? ¿ Usted de verdad cree que somos nosotros, esta manga de giles que cortamos alambres para llegar a fin de mes, los que salimos a comprar dólares? No nos tome por idiotas. Los únicos que pueden mover el tablero de la forma en la que lo han hecho en la última semana son los multimillonarios. Esos que mueven la guita de un país a otro con botones. Los que tienen Off.-Shore, los que viven de la plata que ganan sólo poniendo plata en dólares dos días para después comprar LEBACS al 26% y ganar en una semana un 15 % más.
Ningún laburante anda en esas cosas. Eso es asunto de los muchachos de la City. Que casualmente son los amigos, conocidos o sino directamente funcionarios de su gobierno.
Entiendame, no le estoy diciendo que ustedes son los responsables de todo el quilombo, pero quiero ser justo.En dos años y medio en lugar de acomodar las cosas, ¡las empeoraron! Y para colmo de males, tenemos más deuda externa que hace dos años y pagamos cada día más intereses de esas deudas que ustedes tomaron incluso comprometiendo nuestro futuro a cien años.
Los negocios están vacíos, la gente empezó a elegir qué pagar y qué no, las tarjetas de crédito están aspirándose todos los meses millones y millones en intereses leoninos, la nafta se volvió inalcanzable, los medicamentos son un lujo y nuestros ingresos congelados, casi al borde del resquebrajamiento.
Y usted insistirá con que la «economía crece», que ustedes están cumpliendo con «las metas». ¿Adónde crece? Será en las planillas, porque en los hogares lo único que crece es el costo de vida.
Yo ya se todo el asunto de los desmanejos y la corrupción del gobierno anterior. Todos lo sabemos. ¡Pero ustedes no vinieron a ejemplificar nada, eh! Ustedes pusieron ministros que tienen la plata afuera, otros que tienen a sus empleados en negro, otros que se van a Miami mientras el país tambalea, otros que son dueños de las compañías que se benefician con las decisiones del gobierno, otros que tienen cadenas de Farmacias que destruyen el mercado y a las que , sólo por casualidad, les omiten las multas y sanciones. Y un presidente que es hijo de un Empresario que le debe al estado miles de millones de pesos a causa de un negociado con el Correo argentino…
No nos tome por idiotas, que ya vivimos varias. Sabemos de inflaciones, hiperinflaciones, corralitos, ajustes y más ajustes como nadie. Los que tenemos más de 40, sabemos mucho por experiencia y eso, casi siempre, es más sabio que la academia alejada de la calle.
Sencillo señor: es la confianza. Y lo que está pasando es que ya no confiamos. Porque otra vez nos están haciendo cargo a nosotros del desastre y nunca a los que más tienen o más ganan. Y allí incluyo especialmente a los sectores financieros y a los grandes evasores.
No nos mienta más, no nos engatuse con la evolución de las cuentas públicas, con los fines de semanas largos y el récord de turismo, la venta de autos y el incremento de la construcción. Porque eso es espejismo, y responde a un muy pequeño sector de la economía. El resto la está pasando mal, muy mal. Y usted debería saberlo.
Y en ese caso, si lo sabe, le insisto en la pregunta: ¿ nosotros que culpa tenemos?
Los hombres y las mujeres, sus vidas, son lo más importante que debe tener en vista la política. Ustedes parecen ignorarlo.