Se trata de hacer cuentas y nada más. Se trata de sumar y restar y comprender que los asalariados argentinos vienen perdiendo en un año, sólo en un año, casi la mitad de sus capacidades adquisitivas.

Se trata de comparar tarifas, de comparar servicios, obras sociales, Escuelas, transporte, naftas, y las compras elementales del supermercado, para comprender el impacto que tiene el «Plan económico» del dream team de amigos de Mauricio Macri, para comprobar que quienes hasta hace un año vivian con lo justo, hoy sobreviven con lo justo.

Y debajo de estas comparaciones, los datos duros. Los inapelables:  Según la UCA, casi 1 de cada dos pibes menores de 12 años viven en la pobreza. Si. Uno de cada dos. 2 de cada 10 come menos de lo que necesita y 1 de ellos, es decir casi el 10 % de los pibes argentinos, confesó haber pasado hambre durante 2017.

El dólar avanza sin frenos, y en el mediodia de este viernes, orilla los 30 pesos. Si, 30 pesos. En menos de seis meses los argentinos que cobraban 18 mil pesos vieron devaluar sus sueldos en dólares casi en un 40%. En enero cobraban 1000 dólares. Hoy apenas llegan a 600.-

A la situación se le debe agregar lo más duro: lo más grave está por venir. Los impactos de la devaluación aún no han llegado plenamente a los indicadores inflacionarios. Y la inflación lejos de bajar, continúa su ascenso descontrolado.

La obra pública se cae. Los recursos para las provincias comienzan a retacearse. Y esa cadena promete agregar eslabones hacia abajo. La de pago es la primera que suele interumpirse, y entonces la recesión será completa. Nadie resiste a tasas de interes del 47% cuando debe y su actividad no crece.

Baja el único indicador que sonreía. Se dejan de comprar autos. Se volvieron imposibles de comprar y no hay crédito que anime a ningún ciudadano medio a jugarse el destino en cuatro ruedas.

La construcción privada también se frena, y los efectos no tardarán en observarse. Más desocupados, menos actividad. Menos dinero circulando. Menos consumo. Menos bienestar, peor humor.

Desde el gobierno las señales son espantosas. Ya no sólo admiten las consecuencias de las medidas que vienen tomando, sino que agregan leña al fuego. Despidos masivos en areas sensibles del Estado anticipan lo que muchos temiamos: que el déficit será cargado casi con exclusividad por los sectores medios, que las jubilaciones se hunden, que las Pymes no tienen ninguna clase de asistencia financiera.

A los 100 mil millones de dólares – esos que aumentaron un 40 % en este mes- le sucedió la «asistencia desinteresada del FMI» que como siempre, lo sabemos más por viejos que por sabios, impone clausulas de ajuste a cambio de dinero. En dos años, no sólo estamos más pobres, sino que estamos más endeudados. Todo por correr detrás del mercado. Dilapidaron miles de millones de dólares para frenar un dólar que al final nunca frenó. Le regalaron millones de dolares a los cueveros financieros. Beneficiaron a quienes – desde adentro y desde afuera- consideran a las finanzas de un estado, un juego de Casino. Y ganaron por afano.

¿ Cual era el plan? ¿ a que sectores grandes de la economía han afectado, además de las Pymes y la clase media?¿ Que hicieron con las multinacionales que explotan nuestros recursos naturales y nuestras reservas, además de abaratarles los costos laborales? ¿ que sector de los denominados «ricos»está colaborando en el pago de la fiesta que nos llevó hasta las elecciones legislativas de 2017? ¿ para que querian ganar esas elecciones, si finalmente no podian evitar esta devastadora realidad? ¿ que cambiaron estos que dijeron que venian a cambiar? ¿ que carajo es Cambiemos, sino una sustitución gubernamental que vino a empeorar las cosas, con niveles parecidos de corrupción al gobierno anterior?

¿ Que diferencia a Dujovne declarando como baldío su casa en Barrio Norte, con el médano de Boudou? ¿ Que diferencia hay entre CFK guardando plata en Seychelles con Caputo administrando Off-Shores ó el propio Dujovne manteniendo sus ahorros en el exterior? ¿ Cual es la distinción que podemos hacer entre Lázaro Baez y Calcaterra? ¿ Qué sino extorsión, es amenazar a las provincias con dejar de enviar recursos, si no votan las leyes que quiere el Ejecutivo? ¿ Por qué está bien que los muchachos elegantes y cool del PRO gasten 200 millones anuales en un call center de trolles y que el gobierno Kirchnerista haya nombrado a militantes de la Cámpora en Telam? ¿ En que se diferencia una presidenta que le alquilaba sus hoteles a la linea area de bandera, con un Ministro de energía, accionista de Shell, que se pasó dos años beneficiando a su propia empresa con todas las medidas que fue tomando?

Todo es lo mismo. Con la salvedad de que la sociedad argentina empezó a comprender, que antes por lo menos los tenian en cuenta a la hora de tomar decisiones.

Que se reinstala la idea, razonable por cierto si se mira desde el bolsillo del tipo común, de que los otros robaban pero hacian. Y algo más: que les mintieron descaradamente, una vez más. Porque dijeron que no iban a devaluar, que iban a parar la inflación, que venian a reactivar la economía, que venian por eliminar la pobreza, que no eran los que ya habian venido en los 90, y al final, todo, absolutamente todo, fueron promesas incumplidas. O peor: agravaron cada una de esas situaciones y los argentinos, con absoluta razón, vuelven a desconfiar en la política. Dejan de creer en sus dirigentes, y vuelven a sentir esa horfandad que supieron sentir a comienzos de este siglo, cuando de la noche a la mañana, se quedaron si ahorros, y el país voló en pedazos.

¿ Hasta dónde piensan llegar así? ¿ Cual creen que es límite? ¿ Cual es la fase que le sigue a este ajuste fenomenal? ¿ cómo van a hacer para parar el hastío social, que siempre, con o sin agitadores, termina siendo explosivo?

¿ Que parte de la historia argentina no leyeron? ¿ que clase de sensibilidad social tienen? ¿ en que piensan Macri, Dujovne, Caputo, y los radicales que le hacen el coro a las siniestras medidas que toman los chicos del Newmann School, cuando se van a dormir?

Es probable que hayan recibido una situación dificil. Es probable que no hayan tenido el viento de cola que esperaban. Incluso es posible, cada dia lo dudo más, que no sea esta realidad la que esperaban tener a dos años de gestión.

Lo cierto es que en la calle se empezó a sentir el agobio. La máquina de crecer empezó a toser con signos de ahogo. Y el humor cambió.

Habrá que esperar hasta el final del mundial, probablemente. Y eso es mañana, o en diez días o en dos semanas. Pero termina. Y salvo un festejo de Campeón, improbable, que prolongue el éxtasis por unos dias más… El gobierno tendrá que afrontar la realidad desnuda.

Ya sin el guiño de una gran masa de argentinos que los aguantaron. Hasta el límite mismo de la incomodidad. Incluso hasta lo inaguantable.

Un comentario en «¿ Hasta dónde creen que van?»

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