De pronto, algunos empezaron a recordar el pasado de Roberto Lavagna. No el pasado Alfonsinista, ni el que lo tuvo como responsable de la mayor reestructuración de la deuda externa argentina. Ni siquiera el pasado de candidato oficial del radicalismo no hace tantos años. No. De repente, algunos se remontan a su condición de jóven técnico en la gestión de Gelbard, o en su supuesta condición de «pro-soviético» en los años 70.

También prefieren relacionarlo directamente bajo la tutela de Eduardo Duhalde, y finalmente como un socio de la corrupción K.

Lavagna, sin embargo, hasta hace algunos días era apenas un economista en retiro. Y muchos lo  daban por descontado, como un «soldado» de Sergio Massa. Y nadie, o casi nadie, lo mencionaba en los diarios, ni en las redes sociales, ni aparecía en los comentarios de Lilita Carrió, que de pronto en una de sus recientes apariciones stand-up lo mencionó junto a Macri, entre los que «no quieren a CFK presa».

Es insólito. Pero cuando por fin aparece un nombre que contribuye , que reúne características y condiciones para amalgamar a una representación amplia, que expresa- por sus ideas y sus acciones en el Estado- un modelo de desarrollo, y no tiene un sólo antecedente de corrupción, empiezan a tirarle con municiones de todo tipo. Incluso con su edad.

Vale recordarlo, también, que se fue de la gestión pública denunciando la cartelización de la obra pública. lo escuchamos algunos privilegiados en Rosario algunos días antes de su renuncia. Y se fue, sin que nadie le desmintiera nada. Es más, la historia, las causas, y los cuadernos, le terminaron dando la razón.

Lo alucinante de este último punto es que lo atacan con la misma fuerza los peronistas Kirchneristas, que le deben buena parte de sus éxitos iniciales, como los radicales de Cambiemos, que lo llevaron de candidato a presidente en las elecciones de 2007. Desde la Cámpora , hasta la Franja Morada Pro, manifiestan críticas nerviosas a la posibilidad de que Lavagna sea candidato, y el Trolleo comenzó con fuerza, empezando por sus medias con chancleta, y terminando, ya lo dije, en sus inicios en el Estado.

Lo cierto es que Roberto Lavagna, consiguió moderadamente instalarse en el escenario nacional con el sigilo y la seriedad que no tienen ninguno de los otros candidatos.

Consiguió poner en riesgo el negocio de la polarización que siempre termina beneficiando a los mismos, e instalando la idea de que estamos condenados a vivir en este desastre neoliberal o volver al Kirchnerismo con todos sus componentes.

Lavagna despierta terror en el Status Quo. En la especulación de la timeline programada de las dos fuerzas dominantes, y especialmente, en quienes creían que «contra Cristina gana Macri» y los que dicen que «la única alternativa a Macri es Cristina».

Lavagna decidirá en pocas horas si se anima a la aventura de salir a recorrer el país y encabezar una alternativa que incluye a muchos: radicales no PRO, Socialistas, peronistas no K, y a un inmenso universo de independientes confusos que no saben todavía a quien votarian, mientras tratan de sobrellevar las angustias económicas cotidianas.

Es una buena noticia que Lavagna haya roto la modorra, es una buena noticia el espanto que despierta en Cambiemos y en el Kirchnerismo duro. Y es una buena noticia para el país, que haya un grupo de dirigentes que estén pensando con seriedad y responsabilidad como salir de este atolladero al que nos llevaron en conjunto las dos gestiones gubernamentales anteriores: la del despilfarro y el desorden en el Estado, y la del ajuste y el endeudamiento feroz.

Rompe con las consignas facilistas ,con la levedad de los globos de colores y sobre todo, con este clima de desazón y resignación reinante.

Lavagna es un peligro inesperado para muchos. Y aparece como una esperanza , para muchos más.

2 comentarios en «El pánico a Lavagna y una alternativa»
  1. Una corrección. Lavagna fue candidato a presidente con los radicales en el 2007. Y quedó detrás de Lilita. La fórmula era Lavagna Morales. Interesante el comentario.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: