
La estupidez humana suele simplificar las decisiones personales. Las mujeres y los hombres estamos cruzados por decenas de contradicciones, a lo largo de los años cambiamos de opiniones y de posiciones, y en algunos pocos casos, sostenemos lo que decimos desde hace años, muchos años.
Me río de los que me acusan de «rentado», precisamente porque esa condición es aplicable a quienes cambian de posición con facilidad. A quienes a lo largo de su propia historia, se han traicionado y han cambiado de convicciones, en algunos casos a cambio de favores económicos.
Conozco a muchos, pero muchos colegas que ven en las elecciones una oportunidad de recaudar. En Santa Fe, y como daño colateral de la ley de financiamiento de la publicidad política, los candidatos «compran» notas. Y no habrá, les aseguro, candidato alguno que pueda decir de mi, ni PJ, ni Cambiemos, ni Socialistas, ni radicales, que puedan decir que alguna vez les vendí un espacio. No es mi manera de accionar. No me sentí, no me siento, y creo que nunca me sentiré cómodo en esa circunstancia. Prefiero quedar como un boludo honesto antes que por un vivo deshonesto. Los reportajes no se compran ni se venden, y eso es un límite que nunca crucé. Y me animo a decirlo, porque tengo la tranquilidad de saber que nadie podrá jamás, reprocharme haberlo hecho.
En estas elecciones, tengo y tendré hasta el próximo domingo a las 18 horas una postura que tuve desde el primer momento en que se creó el Frente Progresista. Nunca dejé de reconocer mi simpatía por esa coalición, nunca lo oculté, nunca vendí ni privada ni públicamente mi identidad política, y si revisan todas y cada una de las notas que escribí desde 1999 – en la primera candidatura a gobernador de Hermes Binner- podrán comprobar que siempre dije lo que hoy digo, que siempre defendí esas ideas, y hoy, con muchas más razones, para defender los logros de las gestiones.
No hubo a lo largo de la historia moderna de Santa Fe, un proceso de tantas transformaciones juntas. Todo lo que se construyó tuvo y tiene como eje mejorarle la vida a la gente. Se hizo una inversión inmensa en infraestructura vial, en Salud pública, en creación de escuelas primarias y secundarias, en el desarrollo de planes fundamentales para tejer una sociedad pacífica en el futuro, como los Volver a Estudiar, Abre y Nueva oportunidad.
Se generaron condiciones de atención primaria de la salud , UNICAS en el país. No hay en la historia de ninguna de las provincias argentinas, una gestión que en 12 años haya puesto en marcha y concluido, 8 hospitales de alta complejidad. Sobre todo en áreas históricamente olvidadas, como el Norte. Allí están los inmensos hospitales de Ceres, Las Toscas y Reconquista. Y allí está en marcha el de Rafaela, a pesar de los obstáculos que puso el propio Omar Perotti cuando era intendente, para ceder los terrenos.
No hay dimensión de lo que se hizo debajo de la tierra, en acueductos, en gasoductos, y en trabajos para impedir que muchos cascos urbanos de la Provincia, dejen de anegarse por las crecidas de los rios, y en muchos casos, como en la Capital, para que las lluvias puedan ser expulsadas por las bombas.
No hay, no existe un sólo antecedente de un proceso de inversión pública y devolución de la integridad y la dignidad de los docentes, como se dió en estos 12 años. No solo por lo salarial, que suele ser el motivo de discusión anual, sino por las 50 mil titularizaciones, los concursos, los traslados a lugares cercanos a sus hogares, y la incorporación de la Paritaria como un mecanismo de negociación permanente. Menos aún, si se compara de dónde venían y cómo habían sido tratados por los gobiernos peronistas
La provincia paga el 82 % móvil a sus jubilados, y sus jubilados son los mejores pagos del país. Con una Caja que fue lastimada por el desfinanciamiento nacional.
No se recuerda una defensa tan honesta y frontal de los intereses de la Provincia, como el reclamo que inició Hermes Binner para que el Estado Nacional le devolviera a la provincia lo que le quitaba mensualmente de manera ilegítima, y que aún hoy, con doble sentencia firme, por la decisión y la liquidación, no fue cumplida por el gobierno nacional de Mauricio Macri.
Han convertido a la salud materno infantil en la de menores estadísticas de mortalidad, en la provincia de menor nivel de desnutrición infantil, en la de menor deserción escolar, y en la de mayor intervención cultural en los barrios de cada una de las ciudades y los pueblos desde el norte hasta el sur, del este al oeste.
Es la provincia con mejores indicadores de combate al trabajo infantil, con mayor efectividad en la resolución de conflictos laborales con intervención directa de la cartera de Trabajo.
Es la provincia con más y mejores planes de desarrollo económico, productivo y con el menor nivel de endeudamiento proporcional del país.
Es la provincia que ha invertido cada centavo que entró en beneficio de los sectores que históricamente fueron postergados. Y que desarrolló aspectos que le eran ajenos, como la industria del turismo.
Una provincia que se hizo cargo de la producción de medicamentos, que instaló la mejor tecnología para la transparencia y el acceso a la información pública.Una provincia que no tiene, y esto es una proeza en la Argentina de hoy, un sólo funcionario procesado ni imputado por delitos de corrupción.
Una provincia que si, sufre las consecuencias brutales de los nuevos fenómenos de violencia social, especialmente la ligada al delito organizado alrededor del Narcotráfico. Un negocio que, habrá que decir, y a pesar del ignominioso «Narcosocialismo» que comparten los opositores por derecha y por izquierda, ha sido combatido como no se combatió en ninguna provincia del pais: apresando a las bandas, persiguiendo y separando a los policias que participaron del negocio, y además, sancionando la primera ley argentina de extinción de dominio de los bienes incautados por el delito: se hacen los remates públicos de los bienes muebles e inmuebles que se le quitan a los condenados por delitos. Y aún así, recibe criticas de los opositores, que casualmente si, en sus filas partidarias, tienen funcionarios, dirigentes, candidatos, procesados por diversos delitos, en muchos casos- como el intendente de Paraná Sergio Varisco- directamente vinculados por narcotráfico.
Si se es honesto, si uno se dice efectivamente progresista, si uno no persigue sólo sus intereses personales , No puede NO DEFENDER ESTE PROCESO.
Poner en riesgo la continuidad del Frente en el gobierno es un enorme riesgo para los derechos obtenidos, no porque se me antoje, sino porque los antecedentes de las acciones de las alternativas, hablan de eso:
Perotti fue el liquidador del Banco Provincial, fue miembro de gobiernos que persiguieron a los trabajadores inclusive a balazos, y que nunca abrieron las instancias paritarias para que los trabajadores defendieran sus derechos. Fue miembro de los gobiernos que hundieron a la provincia en su peor situación. De las gestiones que pudiendo hacer no hicieron nada de lo que hoy prometen.
Corral es, el representante de un gobierno que desinvirtió en Salud pública, en educación, en investigación, y que redujo casi en un 35 % el poder adquisitivo de los trabajadores.
Por eso estoy tan jugado. Porque creo en este proceso. Y cuento en mi haber, la solvencia de haberlo sostenido siempre. De haber sido «opositor» y «oficialista» defendiendo los mismos valores. Primero reclamandolos, luego defendiendo la concreción de los mismos.
Por eso estoy tan jugado con Antonio Bonfatti, un tipo al que conozco y respeto, y no lo oculto. Y no me arrepiento, porque cuando uno persigue ideales, cuando se aferra a las convicciones, y especialmente cuando se identifica con las únicas gestiones provinciales del país con políticas efectivamente transformadoras.
Los que me preguntan, con buena o mala fe ¿ y si gana Perotti que vas a hacer? Defender lo conseguido. Defender cada uno de los pasos que dimos adelante. No admitir un solo paso atrás. Y mirar a los ojos a todos aquellos que ponen sus ambiciones personales por encima de los intereses sociales.
Gane o pierda Antonio Bonfatti y el Frente Progresista, seguiré defendiendo lo que defiendo y defendí. Eso se llama honestidad. Se llama convicción. Y se llama acción por lo que creemos.
Es le mejor legado, creo, que se le puede dejar a los hijos y a tus compañeros de ruta. La plata, esa que me imputan sin nisiquiera saber cómo vivo y las dificultades que tengo para hacerlo, es para los que han perdido las convicciones. No fue, no es, ni será mi caso.
Buenisimo Coni… Abrazo inmenso…
Es saludable para “el Pais”, que una nueva fuerza, se consolide como alternativa Nacional de los partidos tradicionales, con ya 12 años de aprendisaje y acciones de gobierno, reconocidas, en Santa Fe, con futuro, y muy “observado” a nivel dirigencial, con respeto, aunque no evidenciado todavia.
Comparto totalmente el contenido y conceptos de la nota anterior. Gracias.
Así proceden los verdaderos convencidos de que ,la cultura ,la honestidad ,el buen camino da buenos frutos,soy una persona de 78años me formé dentro del socialismo verdadero ,nada ni nadie cambiaría mis ideales , porque estoy convencida ,ese proceder utilizado por muchos está perdiendo las buenas razones para sacar nuestro país adelante.