Bendita sea la diversidad. Sino el mundo sería un embole. «Les chiques» celebraban en la explanada de la Legislatura la sanción de la ley que obligará al estado provincial de Santa Fe a darle cupos laborales de planta, transitoria o contratada, a personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo. Un sólo senador se abstuvo, todos los demás presentes levantaron la mano. Jueves 31 de octubre de 2019. Un día que será historia.

En algunos despachos, con el batifondo multicolor de fondo, las caras eran de menor alegría. Los teléfonos que hace diez días atendían rápidamente ahora disparan el contestador. Un legislador del Peronismo se pasea con mala cara y antes de entrar a su despacho, se abraza con otro del Pro y lo felicita por los resultados del domingo. Tras la formalidad le pregunta: «¿Ustedes no votan, no?». No, le responde sin palabras, pero con una mueca que expresa «obviamente» y se ríen. El diputado peronista asiente con resignación y se despiden con promesas de comidas la próxima semana, «después del quilombo del gabinete», promete el PJ. «Nosotros ya no tenemos ese problema», le espeta el del PRO.

Un Socialista habla por teléfono con mucha discreción. La comunicación parece ser con Rosario. Las puntadas finales del gabinete de Pablo Javkin parece dejar conformes a todos, menos a algunos que llaman en auxilio. Y el legislador con fastidio responde: «No se trata de cargo altos o bajos, yo he conocido gente que fue Ministra y que fue menos importante que algunos subsecretarios. La capacidad del funcionario hace al cargo, el cargo por si mismo no importa nada» dice, argumentando el acuerdo y bajando las tensiones de quienes se vieron postergados.

«Algunos no entienden que en Rosario perdimos la interna» dice al cortar. Lo de Pablo Javkin se parece mucho al nacimiento de una nueva linea interna en el FPCYS, o lo que quede o nazca de él, después de diciembre. Los radicales «jóvenes» del NEO, lo miran con simpatía generacional, y miran con atención lo que vaya a hacer. En el gabinete de Javkin, hay muchos guiños para el sector.

El marido artista de una funcionaria electa bufa. Cayeron en vano todos sus reclamos,parece. Soñó con cargos decisivos, y con suerte le quedarán un puñado de cargos menores en la próxima administración ejecutiva. «Se están portando muy mal con nosotros» se queja. Y un Perottista de la primera hora le recuerda: «Si los medios grandes levantaban esa grabación, perdíamos la elección en la última semana. No rompan los huevos, que nos costó fortunas operar a los dueños para que la silenciaran»

El senador peronista del sur le habla a un micrófono: «Es una falta de respeto que hayan intentado armar la reforma sin consultarnos», lo dice a sabiendas de que su grupo tampoco contará con cargos en la próxima administración. «Al final nos iba a convenir seguir siendo oposición» y termina explicando las razones por las que les pidieron al actual gobernador que envíe el presupuesto antes de irse.

El dirigente sindical no sale de su angustia. Los resultados del domingo le desacomodaron todo lo previsto. Ni banca, ni acuerdos. Encima Lifschitz se cansó de los tironeos y los pases de facturas y decidió, según expresa uno de sus funcionarios que «a los pases a planta, que lo resuelvan ellos, son socios, es un asunto que van a poder resolver sin problemas, suponemos»

Los funcionarios del gobernador saliente están enojados con el comportamiento de los futuros funcionarios de Perotti: «No vinieron a ver nada, no sabemos quienes van en cada área, en Seguridad por ejemplo, ni siquiera fueron a ver como funciona el OJO en Rosario, en Educación, nadie la llamó a Claudia, en Salud no han pisado un hospital , pero se quejan de los números como si nosotros fuéramos una isla»

La transición es nula. Pero la sensación que hay es que tiene más que ver con la demora en el armado del gabinete, que en la falta de voluntad de comunicación.

En Casa Gris, un grupo de empleados no para de putear a todos.«Nos cagaron». Al menos 1500 empleados de distintas condiciones esperaban un acta que les garantizaran la continuidad en el trabajo. Ahora será el gobernador Perotti el que deba decidirlo. «¿Te imaginas al tipo en este contexto, proponiendo congelamiento de salarios y a la vez, sumando 1500 agentes a la planta?, olvidate» dice un delegado en la planta baja de la casa gris mientras mira a un grupo de estudiantes primarios que rodean la fuente del patio oriental, que tiene un mapa de la provincia en el fondo.

En el Concejo Municipal de Santa Fe, los concejales del Frente Progresista no paran de lanzar insultos al aire: «Se va Cliba, publica una solicitada, y estos tipos te dicen que no fueron notificados. Son unos irresponsables» y proyecta el rojo con el que arrancará la gestión Jatón, que tiene menos información oficial que una revista de modas. «No nos pasaron nada. Nos vamos enterando de nombramientos por los propios empleados. Los tipos parece que disfrutaran sembrando bombas en los pasillos. No les importa nada, ni la ciudad, ni las condiciones en las que nos dejan el municipio»

Mientras tanto, los radicales nacidos exclusivamente del ámbito universitario, se quejan de su propia interna: «Acá fuimos muy pocos los que salimos a caminar la provincia en las elecciones y ahora vienen a adjudicarse los resultados como si hubieran sumado un voto propio» dice un joven dirigente de la Franja Morada, caliente con algunos jefes propios.

La interna en el propio grupo universitario es más profunda de lo que parece. «Hicieron todo mal, jugaron mal en cada oportunidad electoral, la van de estadistas y no ganaron una sola jugada», dice con mucho fastidio un «viejo» dirigente de la juvenil agrupación universitaria, que confiesa las dificultades que afronta la UNL con los embates del retorno de algunos que se amparan en las licencias políticas, y quieren volver a ocupar los cargos que dejaron hace 12 años.

En el PRO, repiten lo mismo «Ahora algunos se vienen a colgar los resultados del cuello… no fueron a ningún lado. Aparecieron sólo cuando vino Macri, haciendo papelones. No tienen cara. Igual, los números son contundentes. Sacamos casi 30 puntos más que ellos, no pueden hablar» dice con una sonrisa un eufórico dirigente que saluda, cuando lo van palmeando a su paso.

El triunfo del domingo en Santa Fe dejó a Federico Angelini mejor parado que nadie, pero el hombre no se confía y dice que hay que tomarlo con calma, aunque confiesa que ya mismo hay que trabajar para ganar en 2021 en Rosario y en Santa Fe. Y no se cierra a nuevas alianzas, pero eso, dice, «dependerá más de los otros que de nosotros».

En algunas oficinas de Rosario y Santa Fe, toda la energía está puesta en armar el gabinete provincial y no dejar un tendal de heridos. «Omar se cansó de explicarles que no necesita militantes, que ahora necesita funcionarios preparados para la gestión, y los nombres que aportan algunos no pueden ser ni vocales en su propio club de barrio»+

Axel Kiciloff le «robó» a Sergio Berni a Perotti, un nombre que le cerraba al gobernador, y con el que tiene buenos vínculos. El «vacío» de nombres en el área que más promesas hizo en campaña el gobernador electo, le abrió expectativas a Marcelo Sain- ex Jefe de la PSA- que actualmente desempeña funciones en la provincia, de ocupar ese lugar. Pero para Perotti no es la primera opción. La búsqueda sigue incesamente. Algunos creen que las solución pasará por darle el lugar directamente a un ex Comisario retirado- con fuerte respaldo de algunos camaradas – y bajarle la categoría al Ministerio , poniéndolo bajo la órbita de Gobierno.

Maria Eugenia Bielsa espera la confirmación de su Ministerio Nacional de «Infraestructura». Algunos lo dan por cerrado, incluso en Entre Ríos ya se habla de algunos colaboradores que dicen haber hablado con ella, para integrarse. Por las dudas nadie lo confirma. La ex vicegobernadora apuesta a suceder a Perotti en 2023. A diferencia de las últimas elecciones, juega a tener el respaldo de una gestión nacional fresca en su mochila, y la suma de algunas voluntades que no consiguió en las internas de abril. Los números del domingo en Santa Fe, repartieron quejas en Buenos Aires y Maria Eugenia, espera no pagar costos por eso.

Finalmente en el Frente Progresista, siguen las reuniones. «Hay buena onda, parecen reuniones de amigos» confiesa un diputado provincial socialista en el último mes de mandato. «Pero va a ser dificil el tránsito. Los radicales juegan su propio partido, para algunos – como Galdeano- la unidad partidaria invita a sumarse a JxC, pero para nosotros la derrota está en llagas. Nosotros perdimos la provincia, entre otras cosas, por la enjundia destructiva de Corral y cia. Nadie se olvida de eso, y un planteo de ese tipo hoy, es un disparate. Falta mucho, estos dos años son claves, especialmente para la consolidación de nuevas figuras. Nadie ignora a javkin y a Jatón, por razones obvias son las dos figuras a las que habrá que mirar con atención«.

De Trans, transiciones y transas. De eso se habló esta semana en Santa Fe. La última de octubre, la primera del último mes de doce años de gobiernos del Frente Progresista. La última de Omar Perotti y sus cavilaciones para dar el gabinete y mandarlos a informarse sobre la situación en cada área.

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