Muchos me preguntan: ¿Qué es REC? Y cuando intento explicarlo de manera verbal, me doy cuenta de las dificultades que tenemos (todavía) para comprender las transformaciones que nos ocurren alrededor.

En los últimos meses, y como consecuencia de la decisión tomada, me sumergí en un libro que debería ser de lectura obligatoria para todos los que transitamos ese cada vez más confuso mundo de la «media-transmedia»: La cultura de la Convergencia del polifacético docente norteamericano, Henry Jenkins.

Jenkins no es ni el primero, ni el último que aborda este asunto, pero es el que instala una especie de teoría que explica la era: Hay un nuevo paisaje de medios. Los viejos medios conviven ahora, y en la mayoría de los casos intentan adaptarse a ello. Se trata de «los medios post-emisión de la era digital, donde el público está fragmentado por la proliferación de canales y plataformas, mientras que los usuarios de medios tienen más poder que nunca para participar y colaborar, a través de diversos canales y plataformas, en contenido creación y difusión a través de su acceso a redes en línea e interactividad digital».

La teoría de Jenkins ha sufrido desde 2006 a la fecha muchas críticas y contradicciones teóricas. la discusión está abierta y los resultados, especialmente afectados por ese nuevo monstruo omnímodo que se llama «Big Data», son todavía inciertos. Cada día que pasa, el mercado incorpora nuevas tecnologías, que se abaratan y se vuelven accesibles a muchos. Eso aumenta el nivel de control sobre los usuarios, pero a la vez le aumentan las posibilidades de acceder a conocimientos y a consolidar una mayor masa crítica. O sea: ni la tecnología es la consagración del Big Brother de 1984; ni la internet es la «democratización absoluta del conocimiento», como imaginamos hace una década.

Lo que es irrefutable, es que la tecnología ha venido para quedarse. Que el impacto sobre todas las actividades humanas es absoluto, salvo en lo inherente al cerebro humano: la creatividad y las ideas. Se podrán leer los libros en la pantalla, pero estamos muy lejos de que la pantalla pueda escribir obras de arte. Tendremos las mejores herramientas para intentar hacer cine, pero si no está la creatividad y el talento de la historia y el guión, no será más que imagen sin sentido. Y con la comunicación- que incluye al periodismo, claro- pasa exactamente lo mismo: los medios podrán cambiar de modos de consumo, pero lo que seguirá vivo es la calidad del contenido. Y eso, se independiza de los medios, que antes eran imprescindibles para el contenido.

En limpio, y para quienes no se entusiasman con las teorías : Los viejos medios ya no son el único motor de emisión de contenidos, y la posibilidad de encontrar esos mismos contenidos en diversas plataformas, los debilita en su naturaleza, y los convierte en una sola cosa: en productoras de contenidos.

La internet y sus plataformas audiovisuales cada vez más desarrolladas; le van quitando peso «al medio», hasta volverlos invisibles en el momento del encuentro entre el «lector-oyente-televidente» con el producto que emitieron. Todos los que navegamos la web, hemos leído, hemos escuchado o hemos visto contenidos que nos interesaron, y sin embargo ignoramos el origen. Los teléfonos celulares o las tablets, se han convertido en verdadera herramientas multiuso, desde las que accedemos a lo queremos ver, en la mayoría de los casos, sin necesidad de pasar por el canal, por el diario o por la emisora que lo difundió.

¿ QUE ES REC?

Durante un tiempo el sueño era «montar» una radio FM. Y digo «era», porque yo mismo, aún advirtiendo el cambio de escenario, me negaba a ver lo obvio: ¿ para qué voy a poner un medio, si lo que sobran hoy son medios? Y completo el razonamiento: Lo que no abundan son los contenidos. Los costos de recursos humanos, y las dificultades de supervivencia de los medios, en un mercado tradicional cada vez más chico y repartido, han repercutido claramente en la producción y en la calidad de los contenidos.

A los medios tradicionales les hacen falta contenidos nuevos. A quienes nos enfocamos en hacer contenidos, nos faltan medios para difundirlos. Ahí se necesita convergencia. Mientras tanto, existen los canales no tradicionales que nos ofrecen la posibilidad de emitir, de «colgar» y de compartir contenidos en las redes sociales.

REC nace con ese objetivo: recuperar la calidad de contenidos diarios, en formato inicial de radio, pero adaptados a los nuevos modos de multiplataforma, que nos obliga a retransmitirlo con imágenes. Y luego a editarlo, para ponerlo a disposición de todos, a través de los múltiples formatos que exigen duraciones y calidades diferentes. Producción, emisión, postproducción. Procesos que han perdido calidad, a causa de los costos de funcionamiento de los «viejos medios».

No se trata de «competir» con los medios, se trata de «converger » con los medios, y que ellos, si lo necesitan, utilicen lo que se produce. REC pondrá sus contenidos en redes. Transmitirá al menos seis horas en vivo, y generará condiciones para que muchos comunicadores santafesinos, puedan producir lo que quieran, sin tener que pagar el «funcionamiento» del medio, ni esperar un lugar fugaz en la programación. Producir y emitir. Ahí los que eligen cuando, y dónde son los «lectoyentelevidentes«. Tendrán a disposición los contenidos, ellos decidirán si les gustan y en ese caso, si accederán a ellos en vivo, o en su reproducción posterior. En la plataforma que más cómodo les quede.

El rating, los clicks, y las cuentas para poder instalarse en la diputa de la «torta comercial», es otra discusión: muchas empresas invierten el 80 % de sus presupuestos en internet, de manera directa en las redes sociales o a través de contenidos que circulan y recirculan en la web.

Las páginas web también entraron en fase de cambio, ya que los clicks no se traducen directamente en atención al anuncio. Y los anuncios, otra vez, requieren de la intervención de la inteligencia humana, para generar impacto en semejante maraña informativa.

LA LIBERTAD ( esa utopía)

En mi libro «Razones y Sensaciones», dedico un capítulo entero al tema de la libertad de expresión en estos tiempos de balaceras múltiples. La transparencia de la propiedad y los condicionamientos económicos y políticos a los medios, han vuelto al periodismo una tarea a veces formal.

La linea editorial se decide lejos de las redacciones, y los periodistas sólo funcionamos- en ese contexto- como reproductores de esa linea. Las posibilidades de filtrar nuestras ideas en las rígidas paredes de la propiedad del medio, se vuelven un riesgo para el trabajador.

Las condiciones laborales de los trabajadores es cada vez peor, y las posibilidades de los medios son cada vez menores. La tecnología redujo espacios al especialista técnico, y el crecimiento de las politicas de comunicación institucional de los Estados y de las empresas, sustituyen cada vez con más frecuencia la tarea del cronista.

La salida de esa trampa es la emancipación. Y en esa emancipación, la recuperación de cierta libertad- nunca plena- para decir lo que efectivamente pensamos. En Santa Fe, hay ejemplos notables más allá de las ideas y sus protagonistas: Aire de Santa Fe es el más contundente. Y Pausa o Toda, son también modelos de autogeneración de condiciones laborales, sostenidos sobre la calidad del producto, la multiplicación de las plataformas en las que funcionan, y en la fidelización de sus vinculos con su público.

REC persigue ese paradigma. Y un objetivo mayor: tener la libertad para decir, emitir y difundir lo que queremos.

Convergencia, libertad y contenidos. Eso, será REC

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