Esta semana el gobierno de Santa Fe anunció un calendario de pagos que posterga a la mayoría de los activos y pasivos de la Provincia el cobro de sus haberes hasta más allá de mediados de mes. No es la primera vez que lo hace, ni será la última, tal como anticipó el propio gobernador. Lo llamativo es que dice «querer y no poder», mientras en tres depósitos a plazo fijo guarda el doble de lo que demanda la masa salarial completa. Agosto, lo confirmó en la reunión con los Diputados Provinciales, y respondió : «Si es cierto, pero yo sigo una política conservadora».
Omar Perotti utiliza la excusa del «rojo» desde que asumió. Todas las auditorias lo desmintieron. Ni recibió una provincia en rojo, ni tiene problemas financieros. En enero demoró casi diez días en pagar los sueldos, no canceló los aguinaldos en tiempo y forma, y se excusó en la falta de recursos a causa de la «Herencia recibida». En Julio, tras pagar los aguinaldos, dice que la caja le quedó vacía y que las dificultades que afronta son la consecuencia de la Pandemia y la crisis general.
Sin acceso a las cuentas públicas, ese argumento podría concederse. El problema es que el Estado ya no es el mismo que en 1999 o 2007. Y en Santa Fe existe un sistema de seguimientos de las cuentas públicas denominado SIPAF ( Sistema integrado de Administración Financiera) y cualquiera que tenga la «llave» de acceso, puede consultar los números.
El jueves a la tarde, un funcionario del gobierno provincial- seguramente alentado por la insostenible interna entre su Ministro y el Ministro de Economía, Walter Agosto- mostró los números: No sólo no es cierto que el Gobierno no puede pagar los sueldos en tiempo y forma, sino que en tres plazos fijos escalonados en vencimientos, tiene «guardados» 24.918 millones de pesos. Una suma que roza la duplicidad de la masa de activos y pasivos de la provincia, con las cargas sociales y aportes varios incluídos.
La información sorprendió a muchos, ya que hace 15 dias, se anunció que para poder pagar los medios aguinaldos de Junio, se tomó un «préstamo de 6.500 millones, del gobierno nacional», que deberá ser cancelado con intereses por las arcas de la provincia.
Pero hay más sorpresas: ese mismo día , en la reunión que mantuvo con legisladores provinciales, el mismísimo Walter Agosto «confesó» que en mayo, es decir en plena crisis de la Pandemia, la provincia obtuvo un superávit de 6.800 millones de pesos. Cuando el diputado radical Fabian Bastía le preguntó por qué guardaban ese dinero, Agosto remarcó que «es una política que llevamos adelante. Somos conservadores y queremos prevenir por lo que pueda pasar»
Agosto desestimó frente a los legisladores, que la plata «ahorrada» fuera destinada a apoyar a las actividades productivas afectadas por la crisis, y se limitó a responder: «No, de esta plata no se va a tocar nada, porque hay una gran incertidumbre de cara al futuro»
Nadie sale de su asombro: Los dirigentes sindicales de los principales gremios, ATE y UPCN, siguen funcionando como escudos justificadores de la manipulación de los números. AMSAFE ya no soporta la presión de las bases, y se vió obligada a «sumarse» a un apagón de clases que habían comenzado las organizaciones y delegaciones opositoras la semana pasada, con una nueva instancia durante el 1 y 2 de julio.
LOS NÚMEROS QUE OCULTA AGOSTO
Dicen los que lo conocen, que al Ministro de Economía no le gusta que «le cuenten la plata». Por eso desde que asumió la cartera, cerró el grifo de información sobre el FUCO-Fondo Unificado de cuentas oficiales- y resulta casi imposible acceder a través del SIPAF.
Agosto, quien administrara las cuentas de los gobiernos de Jorge Obeid, en alternancia con el Reutemanismo puro de Juan Carlos Mercier, tiene un «Mantra», que fue consagrado por el propio ex piloto de F1 en su primer mandato: «Para estar tranquilos, hay que tener dos sueldos en caja». Un apotegma desconocido por las ciencias económicas, pero que para el peronismo de los 90 era religión.
Por eso, cuando se descubre la existencia de los «ahorros con intereses» que tiene la Provincia en cajas bancarias, no pocos recordaron aquella «enseñanza» del Lole, y entendieron todo: Agosto cumple con la ortodoxia reutemanista, y guarda la plata «para estar tranquilos». Lo que no tienen en cuenta, ni Perotti ni Agosto, es que esa supuesta tranquilidad se basa en ahogar a los empleados y jubilados de la provincia que demora tras demora, prácticamente perdieron un mes de haberes desde enero sin contemplar que son, además, uno de los únicos dos cuerpos estatales del país, que no recibieron ninguna actualización salarial desde diciembre de 2019.
Menos aún, que el Estado no esté inyectando ese dinero que ahorra, en el salvataje a las decenas de miles de empresas en crisis, que anuncian cierres y despidos masivos.
Para que se entienda: La provincia no es que no puede. No quiere pagar los sueldos la día. ¿ Por qué? Porque mientras el tiempo pasa, sigue recibiendo superavit fiscal- a confesión de parte, relevo de pruebas- y acumula intereses con el FUCO. El FUCO es la suma de los números de las cuentas de todo aquello que no es Rentas Generales. Allí se cuenta la plata de EPE, ASSA, Loteria de Santa Fe, IAPOS y la Agencia de Seguridad Vial, entre otros organismos descentralizados del Estado. En esa caja, se supone, están los 13 mil millones que EPE dejó de pagarle a CAMMESA, para convertir a Santa Fe en tiempo récord, en la provincia más endeudada con la mayorista eléctrica, según lo publicara el Ministro Cafiero.
El FUCO tenía, al 30 de junio, casi 30 mil millones de pesos. 24.918 afectados a Plazos fijos con vencimientos «cortos y escalonados». De esa manera, el gobierno no cuenta esa plata dentro de las rentas generales.
La «trampa» en los números del Estado Perottista, son las distintas cuentas. Si uno pudiera preguntarle a Walter Agosto por los números de la provincia, no dudaría en mostrar la denominada 9001, que es la cuenta que responde exclusivamente a Rentas Generales. El saldo de esa cuenta sería insuficiente para pagar los salarios.
Walter Agosto desmintió en Diputados al propio gobernador, y a sus aliados Molina, Hoffmann y Alesso: Las cuentas de la provincia alcanzan y sobran para pagar al día los salarios y las jubilaciones. Y dijo algo más claro aún: que es una decisión política, basada en los números frios y los cálculos de intereses bancarios. Pensada desde la lógica empresaria y no desde las necesidades de los hombres y las mujeres que trabajan al servicio del Estado.
Mientras en la calle, los empresarios Pymes, los trabajadores públicos y los ciudadanos comunes buscan un peso, Walter Agosto y Omar Perotti, prefieren ahorrar.