La Provincia respira humo. Y no solamente de las islas que se queman sin que nadie detenga a los incendiarios. La inexplicable demora del estado santafesino en desembolsar recursos que tiene guardados. Crímenes sin fin, contrarrestados por flyers que parecen memes. Fiscales relacionados con dirigentes políticos de primera linea que son detenidos por colaborar con bandas delictivas, y el fracaso del Plan para «salvar» a Vicentín. Un gobernador tartamudeante que ya no disimula su extravío, declarando.

Nadie dijo que fuera fácil. Lo que tampoco nadie pensó es que se podía hacer tan mal todo. O casi todo. Porque la Pandemia sigue siendo una daga amenazante, y sus resultados parciales en el territorio siguen siendo buenos. A pesar del frágil control de los límites con Buenos Aires.

Pero del mismo modo que la Pandemía se lleva relativamente bien, el resto de los asuntos parecen empeñados en oscurecerse. Una cortina de humo espesa se interpone entre la gestión provincial y los ciudadanos. Todos es conflicto, todo es duda, todo es excusa.

El incendio más grave es el de las islas del delta. Llamas que se encienden una y otra vez, sin que ninguna decisión política las detenga. Ni Entre Rios, ni Santa Fe toman decisiones de fondo. Los rosarinos viven ahumados y sus efectos ya se sienten en la salud pública. Mientras quedan medidas urgentes por tomar, por ejemplo la detección de las personas que los causan, las imágenes nos muestran la cacería de un inocente puma, y el gobernador dice sin empachos, que «la naturaleza necesita lluvias». Ok, parecen decir todos: «Busquemos a alguien que se quiera hacer cargo, porque por acá no es»

Perotti, el titubeante, sufrió esta semana el final de su plan de salvataje a Vicentín. Los medios oficialistas porteños lo comparan con el protagonista de la película «El Naufrago». El gobernador, una vez más, paga el precio de no sentar posiciones claras. No conformó al gobierno nacional ni a los «Muchachos» de Padoan. Amigos son los amigos, salvo que te quieras quedar con lo que era de ellos.

Lo que pudo destrabar, si, fue el paro de colectivos en Rosario. Tarde. Y haciendo lo que todos le reclamaban desde hace un mes: poniendo plata. Mientras los ciudadanos miraban como transcurrían los días sin que nadie interviniera, al mandatario se le ocurrió decir (sic) que «no sé por qué no están llegando los recursos nacionales, cuando se triplicaron esos fondos en el gobierno de Fernandez» si, sic. Omar hablaba como si no tuviera vínculos de jerarquía para hacer el reclamo, ni relación con el Ministro del área, y agregó: «Si alguien tiene ideas para resolver esto, estamos dispuestos a escucharlos». Si, el gobernador que llegó al sillón con la promesa del boleto gratuito para el 60 % de la población, ahora dice que necesita que le den ideas para resolver un paro. Parece que no tenía tan claro el asunto. O a lo mejor, cuando prometía el boleto gratuito, pensaba en la gratuidad de caminar o andar en bicicleta. Debió avisar, la gente entendió otra cosa.

Pero si eso fuera todo, no estaríamos tan mal. En menos de ocho meses de gestión, la seguridad pública no sólo está pendiente de planes, sino que se agravó mucho. Rosario, solamente Rosario, tiene 113 crímenes en sus calles. Y las estadísticas de violencia no bajan ni amenazan con bajar. Después de probar con declaraciones que incluían insultos contra el propio mandatario, Marcelo Saín salió a prevenir los delitos con un flyer que, en coincidencia con su modos de relacionarse, parece una burla. Los consejos a la sociedad para evitar delitos se confunden con los argumentos de cualquier madre a su hijo antes de salir. ¿ De verdad hace falta que nos digan que tenemos que cerrar las puertas antes de irnos de casa? ¿ Es necesario que nos sugieran que les pongamos candados a las motos y las bicis? ¿ Es razonable que nos sugieran que denunciemos a personas «sospechosas»? Del plan de la Paz y el Orden a los consejos paternales por Internet. Curiosa parábola, para una gestión que de tanto hacer agua, podría apagar el fuego de las islas.

Pero no todo es flyer. Los asuntos internos del gobierno parecen haber estallado y la breve detención del fiscal estrella ( y confeso militante del justicialismo) Gustavo Ponce Asahad y el pedido de suspensión del Fiscal Regional Patricio Serjal empiezan a mostrar la punta de un iceberg que preocupa mucho a algunas personas del senado provincial. La guerra parece declarada y todos los focos apuntan a Marcelo Saín, como el cerebro detrás de las detenciones. Un Ministro que parece haber zafado del despido y que se propone cumplir con el objetivo que lo obsesiona: ir por «los vínculos de la política con el delito». Entonces muchos creían que hablaba de los opositores y a la luz de las acciones, parecen ser absolutamente propios. ¿ Que dice el Mandatario? No sabe, no contesta.

Encima los empleados públicos se hartaron. A pesar del esfuerzo solidario de la Secretaria General de Amsafe y de los dos casi ministros del gobierno Jorge (s) Molina y Hoffmann, las bases están a punto de hacer saltar los tableros de los tres gremios: ya no hay excusa que valga para convencer a los trabajadores por la falta de aumento desde diciembre.

Entre los docentes la cosa parece arder con un explícito reproche a Alesso, por su tibieza general. Alesso no sólo sigue en modo avión con el gobierno provincial, sino que en estos días mandó a bloquear de la página de Facebook a los docentes que la cuestionan. El miércoles será el día clave, aunque todos sabemos cual será la propuesta: una suma fija en negro. Alesso tendrá , después de muchos meses, que llamar a asamblea y nadie duda que la propuesta será rechazada.

En ATE y UPCN las cosas no están mejor, aunque la verticalidad de los sistemas de votación pueden arrojar resultados ilegítimos. Hoffmann sigue de videoconferencias varias y Molina trata de explicar a los afiliados cómo hizo su patrimonio, luego de que en @recsantafe ventiláramos una parte de sus bienes.

La muestra más clara del apuro de los muchachos fue el anuncio del Cronograma de Pagos. Mientras Walter Agosto pedía una semana más de intereses de los plazos fijos, los muchachos le avisaron: «Si pagás el 15, no controlamos más nada». Y entonces los cajeros se abrirán el lunes.

Los argumentos de los funcionarios de Perotti para explicar las dificultades parecen ser un boot. El subsecretario de Trabajo de la Provincia, Juan Manuel Pusineri anticipó que las arcas están flacas a causa de la herencia recibida. Un discurso desactualizado. La provincia no puede decir que no tiene recursos cuando ostenta dos masas salariales en varios plazos fijos. Pero además, la gestión nacional hizo públicos los aportes enviados a la provincia desde marzo, y los números resultan desorbitantes: más de 30 mil millones de pesos en cinco meses que incluyen todos los recursos llegados al Estado y a los particulares, durante la emergencia del COVID-19.

Si a eso se le agrega que el Estado provincial dejó de pagarle la energía a Cammesa, y que no invirtió un sólo centavo en obras públicas, ni aumentos de salarios, la pregunta obvia es: ¿ en qué gasta la plata el gobierno?

Mientras el humo de las islas crece, el humo del gobierno completa el panorama. El retorno al esquema «cooperativo» de gobierno empieza a dar cuentas: no los une el amor, sino los intereses. El problema es que no todos tienen los mismos.

A las tensiones entre los ministros, las maniobras entre sus dirigentes, y las dificultades para acertar con las decisiones de gestión, se le suma una obsesión del gobernador por borrar las huellas de su antecesor: convirtió a La Redonda- Un espacio recuperado de las ruinas ferroviarias para el uso de los chicos sin recursos, en la capital provincial- en un depósito de cajas y colchones para el Covid-19 que deberían estar guardados en los hospitales.

Es el humo, si. De un incendio más grave. El que se produce entre la gente y un gobierno que nunca – al menos hasta ahora- entendió que tenía la vara alta, y que las respuestas tenian que estar a esa altura.

Curiosamente, la única propuesta de gestión social concreta, tuvo media sanción esta semana en la Cámara de Diputados. Ahí, el bloque de Diputados del FPCyS, reclamó la re instauración del programa «nueva oportunidad», un sistema de inclusión ocupacional para adultos que salen de prisión, y personas en situación de calle. Al proyecto lo defendió en los medios, el ex gobernador Miguel Lifschitz. Un nombre que genera urticaria en el humor del actual mandatario, y que a su pesar, parece decidido a salir a caminar la provincia, para recoger el descontento con su sucesor y convencerse definitivamente de ser el candidato a Senador por la oposición el año próximo.

Un asunto que el humo está tapando, pero en Casa Gris ( no así en la Rosada), parece quitarle el sueño a casi todos.

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