
No deberíamos comparar a las muertes. El hecho de pretender ponerlas en categorías políticas habla de la salud y la ausencia de límites éticos, a la hora de hacerse cargo de las acciones de los gobiernos. No hay asesinatos del Estado más o menos graves. No existen sistemas represivos ilegales mejores que otros. No hay, mientras tengamos claro de que hablamos, ningún elemento para aligerar acciones ilegales de las fuerzas de seguridad. Porque se trata del Estado. Y debimos haberlo aprendido hace muchos años: el ejercicio de la fuerza lícita es del Estado, nunca de la ilícita. Si es así, se convierte en delito de lesa humanidad. Es terrorismo de Estado.
La aparición sin vida del cuerpo de Facundo Astudillo Castro confirma lo que todos sospechábamos y que tanto su madre, cómo los abogados de la familia venian anticipando: A Facundo lo mató el Estado . Lo mataron los policías que lo detuvieron camino a la casa de su novia en Bahía Blanca.
Lo mataron sin ninguna razón. Y después de matarlo, lo desaparecieron. Y después fueron sembrando pruebas falsas- todas en conexión con la misma policia- que desviaron la atención de una investigación fiscal muy familiarizada con las versiones policiales, y contaron con el respaldo político de un Ministro que sólo actúo para los medios, pero que nunca avanzó sobre los sospechosos.
El «Caso Facundo» se compara con el de Santiago Maldonado. Y si, ambos chicos eran pibes inocentes que desaparecieron en medio de una intervención policial. Ambos casos tienen y deben tener la misma consideración. En ambos casos, desaparece un cuerpo durante largos días, y en ambos casos, aparece después de una larga batalla de mentiras, versiones falsas, y especulaciones intencionadas.
Mientras la madre de Facundo permanece al lado del cuerpo todavía no identificado, se lo escucha decir al Jefe del Bloque de Diputados del Frente Para Todos, Máximo Kirchner que «No se pueden comparar ambos casos, hacerlo es de miserables».
¿ Cómo? ¿ Lo dirá para afirmar que este es aún más grave? No. Dice que aquello- lo de Santiago- fue en el marco de una acción represiva de la Gendarmería y que lo de Facundo, no.
¿ Perdón, Señor Máximo? No le voy a preguntar por sus conocimientos legales porque sabemos que no los tiene. Pero al menos debería consultar a sus decenas de asesores, antes de opinar. Lo de Facundo no sólo es comparable, sino que es peor que lo de Santiago.
El cuerpo de Santiago Maldonado, apareció en el mismo lugar que desapareció. Lo confirmaron todas las pericias, incluso las propias de la familia Maldonado. A Santiago lo encontraron tras una acción de represión ilegal, si. Pero estaba dónde desapareció. Y en las autopsias se confirmó que la causa de su muerte fue la asfixia por ahogo. Que murió en plena persecusión, ahogado. Que murió porque no sabía nadar.
En el medio de aquella búsqueda mintieron todos. Los operadores del gobierno del PRO, y los Kirchneristas también. Unos dijeron haberlo visto tomando mate en Entre Rios o como la Diputada Carrió, que aseguró que estaba en Chile, organizando ataques terroristas.
Pero desde el Kirchnerismo, se aseguró que lo habían subido a un camión. Otros dijeron haber visto el asesinato a balazos. Y otros, claro, aseguraron que Maldonado había sido ultimado en la sede de la Gendarmería.
Cuando apareció el cuerpo, no faltaron los que dijeron que «lo habían plantado» o los que sugirieron que «ese no era el cuerpo»
A Facundo en cambio, no hubo río que lo chupara. No hubo ni siquiera persecución, no tuvo la chance de escapar, ni fue víctima de una represión colectiva.
A Facundo lo chuparon en una comisaria de pueblo. Después montaron mentiras tras mentiras y tiraron su cuerpo en algún lado. Los «testigos» que dijeron haberlo visto en otros lugares, fueron policias o parientes de policias. Incluso se encargaron de plantar una pertenencia del pibe en otra comisaría, para inventar un recorrido que nunca hizo.
A Facundo lo acusaron de no tener DNI, pero aparecieron fotos del documento en los cruces de Whatshap de los policias que intervinieron en su detención.
A Facundo lo desaparecieron, en circunstancias en las que no se escapaba de nada, ni de nadie. Y lo hizo la policia del Kirchnerismo. De un gobierno de militantes que usaron las remeras con la imágen de Santiago Maldonado, y que aún hoy, lo siguen usando como símbolo del «esquema represivo » del gobierno de Cambiemos.
Entonces este asesinato no es comparable al otro… ¿ Por qué?
¿ Cómo es posible que digan, ahora porque gobiernan ellos, que este asunto es menor al de Santiago? ¿ Cómo es posible que algunos, por pura identidad política, se desdigan de lo que dijeron cuando hallaron el cuerpo de Maldonado, sólo porque Berni es peronista Ky no un dirigente del PRO, como era Patricia Bullrich?
A Berni, como a Bullrich entonces, le caben las mismas responsabilidades políticas. Entonces pidieron la renuncia de Bullrich, todos la pedimos. Y hoy, lo razonable es pedir la renuncia de Berni. Por las mismas razones. Porque la política debe pagar por las acciones del Estado que conduce.
Berni, como dijo la madre de Facundo, fue al menos funcional al aparato de confusión, ocultamiento y deformación de la búsqueda del cadáver.
La diferencia es la pertenencia de unos y otros. La diferencia, es la imágen de Berni de cara a las próximas elecciones, y la conjura corporativa que los obliga a sostenerlo para tenerlo como «cara» en las listas electorales de 2019.
Siendo así, y no hay ningún elemento objetivo que desmienta ese accionar, lo de Facundo es aún más grave que lo de Maldonado. No solamente el accionar represivo del Estado participó de un crimen, sino que hay un esquema político que lo defiende, por pura especulación.
No hay diferencias entre ambas desapariciones, sólo cambia el régimen político. Y Berni es una expresión total del Kirchnerismo, en un gobierno absolutamente Kirchnerista como el de Axel Kicillof. En un país, donde gobierna un presidente que a veces, parece ser del mismo sector, y otras veces no.
Eso depende del día. Como los muertos, que dependen en su gravedad, de quien gobierna