
Hace meses que tengo bloqueado el hábito de escribir. No le encuentro la explicación definitiva, creo que está asociado a cierto hartazgo de la realidad política, a un cansancio pronunciado que se parece bastante a la ofensa que me produce la situación general de pandemia, corrupción, especulación política sectorial y al silencio sepulcral de los medios por algunos asuntos que deberían despertar escandalosos rechazos.
Las muertes cercanas, las tristezas que abren en el pecho y que no terminan de cerrar, mientras otras muertes se van metiendo por el mismo agujero, sin que nada lo detenga. Y la pobreza, la gente pidiendo cada día en las calles, los pibes en los bares y los semáforos, familias sentadas en las puertas de los supermercados pidiendo algo para comer, tocando timbres, tratando de captar una mínima atención de los que aún estamos de este lado.
Por eso me cuesta escribir, aunque quiera hacerlo. Ningún texto de los cientos que empecé a escribir en estos días se terminan, porque antes de publicarlos quedan a un costado a la espera de que signifiquen algo más que una crítica puntual más a un proceso que me desagrada y me entristece.
Hoy, sin embargo, escribí un poema que me parece que representa lo que me pasa. Y por fin, sentí que tenía ganas de publicarlo. Va para los que sienten el hastío, los que persisten dolientes, los que han conseguido mirar al horizonte cada mañana de todas estas, con alguna ilusión.
QUIERO
Quiero volver a la fiesta
sin temor a tocarte, sin temor a perderte
Quiero que gane la calle
el viento del digno, el grito del sabio
Quiero
que pierda el cretino
que se rinda el necio
que muera el cobarde
que llevamos dentro.
Quiero verlas crecer sin que teman
no volver a casa, no llegar a salvo
Quiero que se acabe el tiempo
de tantas distancias, de tanto desastre
Quiero
que ganen las justas
que encienda la hoguera
donde se calienten las manos
que sequen las lágrimas
que curen las cicatrices.
Quiero volver a la tribuna y amucharme
con los que piensan en otros
con los que sirven al otro
con los que llevan banderas
que no reclaman muertes
Quiero
que se acabe el silencio
que se rompa el dique
que se extinga la infamia
que se consuma la farsa.
Quiero volver a la fiesta
y darte ese beso, y darte ese abrazo
Quiero que ganen la calle
los que no se venden
los que no se entregan
Eso quiero.