A una semana de las elecciones PASO, en Santa Fe nadie sabe nada y los votantes mucho menos. Las encuestas dan ganadores a los que las pagan, y las campañas- con honrosas excepciones- se alejan cada día más de la política real y se convierten en pasos de comedia para evitar el choque con la realidad. Mientras tanto, las balas arrecian con la tranquilidad de Rosario y Santa Fe, las cárceles están a punto de estallar y la justicia se aboca a asuntos en los que quedan demasiado expuestos los intereses políticos partidarios.

ELECCIONES, ESE «ARTIFICIO»

¿ En qué momento las elecciones se convirtieron en un peso insoportable para la sociedad? No lo sabemos, porque depende del momento de decepción de cada uno. Hoy parecemos todos hastiados, y no hace falta mucho exámen para la aseveración: cualquier conversación- ajena a los circulos militantes- se convierte en un aforo de protestas y desencantos. Las elecciones parecen un asunto de otros. La inseguridad, la pandemia, la economía y el temor al futuro de la mayoría de los habitantes, no parecen encajar con ese festival impúdico de gastos en cartelería, millones de pesos que invaden nuestra navegación en internet, y esos spots de campaña desnaturalizados, donde el candidato deja de hablar de política y pasa a ser un personaje que procura la gracia y no la convicción del elector.

En el mapa electoral de estas elecciones sobran ombligos. Las ambiciones personales pasan por encima cualquier límite, y mientras la desesperación juega en las calles, hay quienes suponen que el domingo próximo se juega su futuro. Y aunque algo de cierto haya en algunos de los casos, eso no representa ningún beneficio real para la sociedad. Dará igual quien gane cada interna, incluso las próximas generales, si no se conciben proyectos colectivos que tengan soluciones a los problemas reales. El verbo se hizo verso y nunca acción. Estamos mucho peor que ayer, y si no se hace nada pronto, mañana promete ser mucho peor. Agobia entonces que algunos dirigentes se detengan tanto tiempo frente al espejo, en lugar de mirar la tristeza masiva, el desencanto y la bronca del que realmente la está pasando mal.

Las elecciones son, pese a los dirigentes de buena voluntad, un artificio a los ojos de la mayoría de los hombres y las mujeres pedestres. Las ambiciones de unos y otros, distan demasiado. Los chistes de algunos spots, lejos de causar risas generan más bronca. Y la suerte del dirigente que desespera por un voto, no le importa a nadie. Con excepción, claro, de los que viven de él.

LOS EQUIPOS Y LAS ENCUESTAS PAGAS

Siete encuestas «serias» abiertas en mi navegador mientras escribo esta nota. Parece mentira, pero todas dan resultados diferentes y en algunos casos, absurdos. Si se comparan los números de las más groseras, dan la sensación de estar mirando otra sociedad. El dato excusatorio ( que será el argumento para explicar el fallo, si es que lo explican alguna vez) es que la mayoría está hecha por teléfono. Todos sabemos que los teléfonos no se atienden o se cortan apenas escuchan la voz automática que invita a contestar preguntas. ¿ quienes son los que realmente contestan? No lo sabemos. Lo que si sabemos es que los resultados de unas y otras, siempre, favorecen a los que las pagaron.

Seis ganadores cuento. Si, seis ganadores diferentes, en siete encuestas. Algo no está bien, claro. Todo no está bien. Las únicas encuestas que sirven son las que no se publican. Las que dicen lo que los candidatos no quieren escuchar. Las que en verdad dejan en evidencia la fragilidad del puente que cruzan. No lo quieren saber, pero el domingo próximo muchos caerán al agua desde las alturas. Y es probable que los cocodrilos del olvido social se los devore, al menos hasta la próxima elección.

Los «operadores» tratan de convencernos de que esos números que difunden tienen sentido. Un twitter sugiriendo algo que realmente pensamos se convierte en un motivo de enojo para algunos. Un porteño, a cargo de la campaña del candidato oficialista me «bate la posta» : «Doblamos al Chivo», asegura. Yo me río, y le confieso que ignoro si el dato es o no posible. Entonces murmura que según «sus números», Lewandoski arrasa en Rosario. Una ciudad en la que las balas no paran de zumbar en los oídos de los que cruzan las calles. ¿ Es posible que un candidato que defiende a un gobierno que no hizo nada por resolver el tema de principal preocupación de la gente, esté ganando en el lugar donde peor la pasan?, pregunto. » A la gente no le preocupa tanto la inseguridad», me responde el porteño. Con una seguridad que aplasta. En el relato aparecen dos o tres expresiones en ingles con los que intenta explicarme el método de lectura de los datos de redes sociales con los que pauta en Facebook y Google. Habla de muchos millones menos de los que dicen los números oficiales. El gobierno provincial, a Julio solamente, lleva invertidos 89.000.000 de pesos en redes sociales. Los centros de vacunaciones pasan de manera exclusiva la campaña oficialista y el gobernador parece el personaje de Big Brother. No hay guita para aumentar los salarios, pero se calcula que la campaña para ganar la interna, ya se llevó más de 400 millones de pesos ¿ de nuestras arcas? Nadie lo sabe, porque nadie pregunta. Porque casi nadie prefiere saber.

Eso si. Todos siguen diciendo lo que no se quiere escuchar en Casa Gris: que es posible que el proximo domingo pierdan la interna. Rossi sigue siendo competitivo en las encuestas. Pero ya dijimos lo que pensamos sobre ellas, asi que mejor no pisar de nuevo ese tema.

En la oposición hay signos de nerviosismo. Es paradójico que en un escenario tan «favorable» para las expectativas de quien debe acumular el enojo, se desperdicien tantas energias en pelearse entre ellos. En Juntos, no pudieron ni siquiera armar un debate con los 4 candidatos. Macri vino a apoyar a Angelini a Rosario. Losada se quejó abiertamente con la actitud del ex presidente. Corral les «cayó» al acto, y mendigó una foto con Macri, sin haber recibido invitación. Pullaro es el único que habla de política en esa interna. En el medio tuvo que ir a declarar frente a los narcos, para confirmar que durante el gobierno de Miguel Lifschitz, y mientras era Ministro de Seguridad, estuvo amenazado de muerte. Vaya asunto. La mayoría de los medios, pusieron el tema en quinto o sexto lugar. Los medios tambien se alejan de la gente. Porque viven de la política, claro. Y porque la economía les comió el mercado privado. Los diarios digitales, en general, se parecen demasiado a la agenda del gobernador.

En el FAP la interna se calentó con el paso de los días y con una eventual paridad que no termina de resolverse. Clara García está mucho mejor de lo que se imaginaban todos al comienzo de la campaña. Y eso complica al intendente de Rosario . Si Giustiniani «no entra», Javkin será el que se cuelgue la plateada. La realidad no deja de mostrar a Rosario como el epicentro de la violencia. El intendente no rompe nunca con su moderación respecto a la gestión de Omar Perotti. Las internas son más importantes que las externas, parece. No terminamos de saber si eso se alcanza a leer o no en el votante. En general no se sabe que piensa «el votante». Y apenas quedan siete días para saberlo.

CARCELES, JUSTICIA MIOPE Y PRESCRIPCIONES

Estamos prisioneros, dice el carcelero. Al menos es lo que cuenta un nutrido grupo de uniformados penitenciarios de Piñero. Toman el penal por algunas horas y advierten sobre la gravedad de la situación: Desde que asumió Perotti, no se incorporó a un solo agente en las penitenciarias. Las celdas están llenas. La violencia es diferente a la de antes, me apunta un agente. Cobran 60 mil pesos, pasan guardias de 48 horas consecutivas. No recibieron aumento salarial durante la pandemia, y ni siquiera les han dado el uniforme del año.

Mientas eso ocurre, ocurre lo que ocurre: que los presos se van por abajo y por arriba. Con o sin paredones. El Secretario del Servicio, Walter Galvez- el mismo que festejó el cumpleaños de 15 de su hija en plena pandemia, con 200 invitados- en lugar de bajar los ánimos, va y se ahce el guapo. Promete una solución de cara a los guardias, pero sale de ahí y le dice a los medios que «se trata de un grupo que perdió algunos negocios». No dice qué negocios, no explica nada. Su subdirector, se ocupa de sus asuntos empresariales en Coronda, en la cooperativa de gas. Y el mismo jueves que está a punto de estallar Piñero, sale al aire en una radio FM del Departamento San Jerónimo y habla de su alegría por poder continuar con la extensión de la red de gas. ¿ es el mismo tipo? Si, es Bortolozzi. Un hombre con ubicuidad, pero con serias dificultades para cumplir sus tareas.

Al final de la semana se produce un escándalo judicial que termina de embarrar la cancha en la causa «Juego ilegal». Mientras el martes se filtra un audio de la (aún) jefa de inteligencia de la zona sur del MPA, Debora Cotichini, donde confiesa que siendo Ministro, Saín le pedía audios sin autorización fiscal; los fiscales «independientes» Edery y Schiappa Pietra Pietra ordenaron la detención del ex asesor legislativo Darío Scattaglini, por considerarlo responsable de una «acción de tentativa» de trafico de influencias para favorecer el ( entonces) presunto negocio del juego on line a Peiti y al Senador Traferri.

La acusación no deja de ser insólita. No hubo delito concreto, pero lo detuvieron. Mientas este escándalo judicial avanza ( solo en el sentido del escándalo, nunca en el verdadero sentido judicial), todos se hacen los distraídos con un delito que sí fue consumado y denunciado: el mismo juego on line que supuestamente Scattaglini- como asesor de un legislador- pretendía influir a favor de un particular, terminó siendo entregado por decreto , contraviniendo la ley de juego vigente a un grupo de particulares, por 15 años.

¿ Que está mirando realmente el MPA? ¿ Cual es la función de los fiscales, si ponen sus energias en un intento de delito de un personaje menor, con relativas probabilidades de influir sobre el poder, mientras dejan pasar el verdadero negocio por delante de sus ojos, sin hacer nada al respecto? ¿ Ya no ocultan su dependencia directa con Marcelo Saín? Es demasiado obvio. Pero parece que no. Los delitos son delitos si los cometen algunos, y no lo son, si los comete otro. Es más importante una tentativa que la comisión del delito.

En fin. De esto se hablará dentro de 30 años, cuando algún juez hijo de alguno de los involucrados en el juego on line, decida dar pro prescripta la causa. Como ocurre hoy con el vaciamiento del Banco Provincial. Entonces los periodistas van a recordar con indignación «la entrega » del juego on line. Y llenarán páginas digitales, contando la historia. La misma historia que deberian estar contando hoy, pero no resulta conveniente.

Al final el asunto es que nos terminamos mirando los ombligos, y en el antónpirulerismo constante, buscamos encontrar la pelusa. Y no habrá caso. Hay demasiados ombligos por atender, y las pelusas no están alcanzando para tantos.

Si al final no levantamos la cabeza y no miramos lo que pasa acá al lado, es posible que el escenario ya no sea el mismo que hace unos pocos dias. Y sino, pregúntenle a las mujeres afganas. Que por cierto, ya no nos preocupan tanto, como antes de ayer.

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