Una nota del periodista Juan Chuimmiento, reveló la primera lista de 600 «perfilados» por Marcelo Saín, desde el Ministerio de Seguridad. Llamó poderosamente la atención, la presencia de decenas de empresarios. Algunos de ellos, vinculados a actividades en los que el propio gobernador y sus amigos, tienen intereses creados. La salud privada, en el ojo de la tormenta. Las empresas constructoras, también.

Es probable que la organización de un esquema de espionaje y seguimiento de personas desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, tuviera como objetivo central el hallazgo de información contra los principales referentes políticos de la oposición.

Del mismo modo, y a juzgar por algunos nombres del oficialismo y organizaciones sindicales que le responden y que aparecen en el listado,es probable que el «perfilamiento» persiguiera la obtención de información para «disciplinar» a los propios, en el caso de que desafiaran al gobernador en algún momento.

NO aparecen «perfiles» de delincuentes o perseguidos por la justicia; lo que habilita a hacer otra elucubración: ¿A Saín solo le importaba recopilar información de los «adversarios» de Perotti y sus amigos, y no se ocupó de nada más? . Las estadísticas criminales parecen apoyar esta idea. Desde que Sain asumió el Ministerio, no detuvo ni desarticuló ni una banda delictiva. Sus esfuerzos estuvieron enfocados específicamente a perseguir a los presuntos responsables del juego ilegal, quienes ¡oh casualidad!, competían por un enorme tesoro: el juego on line. El negocio fue cerrado por la vía de un decreto por Perotti, favoreciendo a los dueños de los Casinos de la provincia, en el marco de la Pandemia y por un plazo inexplicable: 15 años.

Mientras eso ocurrió, Saín montó un espectáculo grotesco persiguiendo a legisladores y sembrando sospecha sobre todo la política santafesina.

En 22 meses de gestión Saín no consiguió mostrar UNA sola evidencia sobre los legisladores. Sólo conjeturas obvias sobre loobies de empresarios (legales e ilegales) del juego.

Con la «Causa Oldani» pasó lo mismo. Decenas y decenas de declaraciones públicas de Sain advirtiendo sobre el avance en las investigaciones y sembrando sospechas – a través de periodistas muy bien aceitados- sobre dirigentes y personas de la vida pública. El caso llegó al absurdo de apresar a un bioquímico inocente durante las fiestas de 2019. Nada se supo de las «evidencias» que prometió tener Sain.

EMPRESAS ENTENADAS

Lo que no se entiende- o quizás resulte demasiado obvio- es por qué aparecen nombres de empresas y empresarios ligados, especialmente, a la actividad de la salud pública y la construcción.

El dato más grosero es de la Salud Privada. Es público y notorio, que el desembraco de Perotti en Casa Gris, trajo consigo el beneficio directo del Grupo TITA. Una megaempresa rafaelina que domina la totalidad de la salud privada en Rafaela y algunas otras ciudades importantes, y de manera parcial la ciudad de Santa Fe y Rosario.

En Rosario, sólo por citar un ejemplo, llama poderosamente la atención el seguimiento que se le hacen a los SanatoriosPlaza y Parque, y a los médicos empresarios que participan de ellas, como Roberto Villavicencio, Eduardo Javkin, Pablo Quaranta y Carlos Navone.

En cambio brillan por su ausencia, los Sanatorios y los dueños del Grupo Tita y el Grupo Gamma, otrora socio del Grupo Villavicencio, que encabeza Claudio Belocopitt,  y que se terminó alineando con Tita hace algunos años. Por ahora, ni rastros de haberse preocupado por los amigos, pero si de sus competidores.

Lo de la Salud privada no es un asunto menor: desde estas páginas hemos dado pruebas del grosero beneficio que recibe el Grupo Tita, con sus casi exclusivas relaciones con IAPOS.

Los empresarios de Obra Pública que trabajaron en la gestión anterior y que fueron puestos en el frezeer durante casi un año de suspensión de  emisiones de certificados y obligados a renegociat créditos bajo condiciones leoninas, también fueron  «perfilados» casi en su totalidad.

Salud, Obra Pública y Juego. Tres cajas que, junto con la conectividad, obsesionaron desde el primer día a Perotti. Parece que Saín entendía a quienes debía espiar, para «silenciar» posibles quejas. Aún se desconoce si la información recopilada se utilizó en algún caso, para «mostrar» una cuota de poder adicional y extorsivo al ejecutivo provincial.

La causa parece tomar fuerza, más allá del notable silencio de los medios nacionales. Allí la pauta de cientos de millones anuales, parece estar funcionando claramente.

Una fuente cercana a la causa se asombra con la actitud silenciosa del gobernador y con los desafíos públicos que siguen generando el ex Ministro y sus abogados.

La frase de la fuente es lapidaria y anticipa un febrero muy movido : «Escuchando a Sain y sus abogados me doy cuenta que no tienen idea de la solidez y contundencia de la investigación. El día de la imputativa, se van a querer morir»

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