La afirmación la hizo Walter Orellano, oficial del Servicio Penitenciario, que además presentó cuatro denuncias ante el MPA de Santa Fe desde 2020 y aún no recibió ninguna respuesta por parte del Estado santafesino. El empleado contó en una entrevista con A24, que el ingreso de drogas, dinero y armas a las dependencias penales es moneda corriente, y que sólo se trata de pagar el precio. Sobre Gálvez, secretario del Servicio Penitenciario desde la asunción de Omar Perotti, asegura que desde que lo atendió en su despacho, comenzaron todos los apremios y las amenazas que hoy lo tienen aislado del servicio y de la calle. En Rosario, el MPA, convocó a Orellano para confirmar las denuncias e iniciar una nueva investigción.
El intendente de Rosario y los fiscales que actúan en los casos de atentados a organismos públicos y privados de esa ciudad, aseguran que «entre el 85 y el 90 % de los crímenes que se cometen en la ciudad, son ordenados desde las cárceles». El dato no es menor: el aumento de los hechos de violencia fue una constante desde la asunción de Omar Perotti en el gobierno provincial de Santa Fe, tan constante como la supervivencia de Walter Gálvez en el cargo de secretario del Servicio Penitenciario, que contrasta con el paso de cuatro ministros, once jefes policiales, y múltiples cambios en las direcciones de los penales.
Orellano le relató al periodista Nahuel Súarez, de América 24 de la ciudad de Buenos Aires, los hechos que dieron lugar a su provisoria separación de las actividades penitenciarias: «En 2020 fui obligado a hacer horas forzosas, sin ninguna remuneración, y como yo me negué, empezaron las represelias. Yo hice las denuncias que correspondian frente a Asuntos Internos, pero nunca nadie me dió respuestas. La situación empeoró el día que fui atendido por el Secretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Galvez, el brazo grueso y principal encubridor de todas las acciones de corrupción que tienen las cárceles santafesinas»
En la nota Orellano dice tener «mucho miedo, porque esto que pasa es un gran acuerdo entre las bandas narcos y los que llevan adelante las políticas penitenciarias»
«Mi problema es con el Servicio. En la jerga penitenciaria se llama «tenderte la cama» y desde que hice la denuncia, especialmente después de hablar con Walvez en Julio de 2021, todo empeoró. Recibo amenazas y amedrentamientos. Despues de la audiencia, los responsables de mi causa, endurecieron los apremios en mi contra»
«Galvez me dejó claro que él a los superiores nunca los sanciona». «Los que comercializan drogas adentro, lo hacen con amparo de los funcionarios. Las requisas que se publican, siempre representan un porcentaje de lo real: si dicen que secuestraron 50 celulares, es porque adnetro quedaron 25. Con las drogas, ocurre lo mismo. Y Galvez es el brazo grueso de esa corupción. El es el que lo ampara y lo encubre»
«El personal está asustado. Abusan de ellos, instalaron el miedo. Los superiores hacen sumarios a compañeros que sufrieron acosos laborales, en lugar de defenderlos. Si vos te plantás, sufris represalias. Hace años que vengo reclamando esto, y en la unidad ya no soy un peligro para ellos, sino para mi, porque puedo ser victima
La denuncia contra Walter Galvez y todos sus funcionarios fue elevada en su momento al MPA, pero el fiscal de delitos especiales Ezequiel Hernández la archivó sin investigar los hechos.
Sin embargo, por estas horas, desde la Fiscalía general de Rosario, se filtró que esta mañana- miercoles 3 de mayo- Orellano fue citado a declarar para que confirme las denuncias, y es probable que se incorpore a la causa abierta por una de las fugas en Piñero durante 2021, que sigue abierta y en curso.
Desde el MPA, se asegura que tras los dichos de Orellano, la situación de Galvez «se complica», porque varios empleados penitenciarios están ratificando lo se denuncia.