Los gritos entre dos gerentes en una oficina de la EPE en Santa Fe filtraron el número: A la fecha, la EPE le debe a Luz y Fuerza Rosario, más de 250 millones de pesos, mayoritariamente en medicamentos, sin que de las auditorias surjan elementos que permitan confirmar las prestaciones reclamadas por el sindicato. El monto responde sòlo a los meses de septiembre a diciembre de 2022, y enero de 2023. Y la confección de la deuda llama mucho la atención: la mayor parte se la lleva el rubro medicamentos, con un monto que, dividido por la cantidad de beneficiarios, implica un gasto mensual de casi 94.000 pesos mensuales por afiliado.

El responsable de aceptar las desprolijas rendiciones de cuentas a las que tuvimos acceso, y acompañamos en esta publicación, es el actual gerente general de la EPE, Jorge Tarchini. Un hombre de planta permanente de la empresa, que, además, forma parte del «circulo de confianza» del secretario general del sindicato beneficiado por esos pagos, Alberto Botto.

Tarchini, había sido cuestionado por gestiones anteriores, por haberle otorgado a una empresa de medicina prepaga – Galeno- un convenio muy perjudicial para las arcas de la empresa. Ahora volvió a la gerencia y curiosamente a cargo de este «negocio».

La historia es simple: Desde la EPE, hoy, los santafesinos estamos pagando centenares de millones de pesos por el 100 % de los medicamentos y atenciones médicas, a un número indeterminado de personas, que no aportaron ni aportan a los gastos sociales ni de la empresa ni de la provincia. No sólo eso: Los gastos que se pagan desde la caja de la EPE no tienen ningún control de auditoría y van directamente a la caja del sindicato de Luz y Fuerza de Rosario.

La historia se agrava cuando nos enteramos de que, en 2021, el actual presidente de la EPE, Mauricio Caussi, decidió sin ninguna otra voluntad que la propia, dejar sin efecto una resolución de 2019, en la que el «robo» había sido abortado. Es decir: en 2019, el Directorio de la EPE resolvió dejar sin efecto las prestaciones que financiábamos todos los santafesinos a un grupo de «herederos de un privilegio» de la vieja empresa Aguas y Energìa de la provincia de Santa Fe, y en 2021, Caussi se las «devolviò» con un convenio tan inexplicable como gravoso para las finanzas de la EPE.

Lo que sigue es la historia de una caja millonaria que tiene como beneficiarios a un grupo de afiliados «indeterminados» de Luz y Fuerza, de Rosario, que le cuesta a la EPE y a los bolsillos de todos los santafesinos que pagamos los aumentos discrecionales de las facturas, para destinar centenares de millones de pesos anuales a la atención- sin control- de un grupo de privilegiados, bajo la sigla antigua SMAI que se convirtió – todo parece indicar- en una máquina de recaudar dinero por parte del sindicato del sur, con la connivencia de los actuales responsables de la EPE.

EL «SMAI» ESE BENEFICIO EUROPEO QUE PAGAMOS TODOS, SIN SABER A QUIENES Y A CUANTOS

En el sur, hay un grupo de afiliados a Luz y Fuerza que no aportan NADA a la obra social, y a los que se les reconoce el 100% de sus gastos en Farmacia, odontologìa, internación domiciliaria, geriátricos, psiquiatría y consultas médicas, y todos tienen un carné mágico que lleva una sigla: SMAI.

El Sistema Médico Asistencia Integral (Smai) es el plan de cobertura total, con el que cuentan algunos hijos y nietos de afiliados al Sindicato de Luz y Fuerza transferidos de Agua y Energía a la Dirección Provincial de la Energía de Rosario,G. Baigorria, Arroyo Seco, Pérez y Funes, en 1984. La idea de aquella continuidad implicaba exclusivamente a los afiliados y que sus familiares iban a gozar de ese beneficio de manera vitalicia.

El traspaso se renovó con la conversiòn de la DPE en EPE en 1990, otorgándole el derecho a los familiares de los viejos empleados que gozaban de ese privilegio, a recibir los mismos beneficios. Es decir: con el correr de los años, el SMAI, lejos de extinguirse, se convirtiò en un precioso derecho hereditario que se fue multiplicando, hasta llegar a un nùmero de beneficiarios que Luz y Fuerza de Rosario, no informa a quienes lo consultan.

Esto funcionó así hasta que, en diciembre de 2019, la resoluciòn 787 de la EPE, bajo argumentos fundados en resoluciones del Tribunal de Cuentas de la Provincia, y advirtiendo la violación sistemática que implicaba el SMAI al principio solidario del sistema de la seguridad social, y previendo posibles responsabilidades penales, DECLARÓ LA NULIDAD DEL CONVENIO SMAI/90, y estableció un periodo de transición por 90 días, para que los afiliados empezaran a aportar a la obra social y recibieran la misma cobertura médica que el resto de los afiliados a la obra social, que en el caso de lo empleados de la EPE, es optativa.

Sin embargo, en 2021, el actual presidente de la EPE, Mauricio Caussi firma un nuevo convenio con Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza Rosario, en el que se devuelven todos los privilegios a los «afiliados» del SMAI, y convierte al propio sindicato en GERENCIADOR de todas las prestaciones que los mismos debieran recibir.

No sólo restituye el privilegio a un grupo de afiliados que, según el convenio, se listan en un ANEXO al que no se tiene acceso público, sino que constituye al Gremio en una caja de administración de esos recursos, con una cuota grande en concepto de «comisión», que paga mensualmente la EPE, con la plata de todos los santafesinos.

Ese convenio obliga al sindicato a rendir cuentas mensuales de las prestaciones que otorga al grupo de afiliados, y contra factura, la EPE, le abona lo gastado, siempre cubriendo el 100% de todas las prestaciones, un porcentaje que ninguna prepaga argentina otorga.

LA DEUDA, LOS MEDICAMENTOS Y LAS VERGONZANTES «AUDITORIAS» QUE ENTREGA LUZ Y FUERZA Y CON LAS QUE LA EPE AUTORIZA LOS MILLONARIOS DESEMBOLSOS

A la fecha, Luz y Fuerza de Rosario le reclama a la EPE un monto superior a 250 millones de pesos, que según ellos, desembolsaron para cubrir los gastos de los afiliados cubiertos por la SMAI, y que corresponden solamente a los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2022; más enero de 2023. Si a esa suma se le agregan febrero, marzo y el vencido abril del corriente año, la deuda podría acceder casi al doble: 500 millones de pesos.

El gremio le hizo un pedido formal a la empresa, el 17 de enero, reclamándole las demoras en los pagos y advirtiendo que si no se cancelaban los montos, iban a cortar los servicios en los meses subsiguientes. La nota está dirigida al Gerente de la empresa Jorge Tarchini, y está firmada por el secretario general del Gremio, Alberto Botto, y el secretario de Servicios Sociales del sindicato, Fabian Vieyra.

En la nota, los dirigentes gremiales «confiesan» que la EPE desvinculó a la médica que oficiaba de auditora en el convenio, Ana Claudia Manglupi. La médica abandonó el cargo por razones que se desconocen, y desde entonces, las «auditorias» son firmadas por un mèdico que nunca fue designado a tal efecto: El médico Dario Tassi.

Tassi, le envió a la EPE las liquidaciones de los meses mencionados, en las que se destacan un incremento sucesivo de los montos de las prestaciones, y en proporciones aùn mayores, los gastos que corresponden a medicamentos.

Según Tassi, por septiembre del 22: la EPE adeuda $ 30.906.633,99 , de los que $ 21.400.508, corresponden sòlo a medicamentos. Entonces representaba el 69,24 % de la liquidación

En octubre de 2022, Luz y Fuerza factura a la EPE $ 49.036.492,78- un 40% más que el mes anterior- y el rubro de farmacia implica $ 34.886.414. Un 71,10% del total de los gastos facturados.

En noviembre, la facturación del sindicato sube a $ 53.170,177,09, algo màs del 10% por encima del mes anterior y los gastos sòlo de farmacia, suman $ 28.133.932.-un 52,91 % del monto total

En diciembre de 2022 la suma total de los servicios prestados a los afiliados SMAI, suma $60.354.936.- con un gasto de farmacia de $ 36.704.88

Finalmente en Enero de 2023, la facturaciòn total asciende a $ 65.507.242,07, de los cuales Farmacia, se lleva $46.767.172.-

El hecho de que la mayor parte de los gastos se los lleve «Farmacia», tiene un agravante: el único proveedor de drogas y medicamentos que recibe Luz y Fuerza es precisamente… La Farmacia sindical del propio Luz y Fuerza. Lo que significa que : la EPE, todos los santafesinos, le pagamos a Luz y Fuerza, una suma millonaria de dinero en concepto de medicamentos que ellos se compran a si mismos, sin ningùn control externo.

Las auditorias de Tassi, un médico curiosamente vinculado al sindicato, no ofrecen ningùn detalle. De hecho, menciona este dato: a todas las liquidaciones que le presentan a la EPE, en ningùn caso, son acompañadas por los diagnósticos de los afiliados.

Con la excepción de la obvia referencia a la inflación, un asunto que aún grave nunca alcanza a los porcentajes que se van agregando mes a mes en las liquidaciones, en los textos que se acompañan a los cuadros de Excel con los números, no existen detalles que permitan justificar los montos liquidados a la EPE.

Por lo pronto, hay un dato que no conocemos: ¿ Cuántos son los afiliados que están cubiertos por el «maravilloso sistema SMAI», que pagamos todos los santafesinos? No se sabe, parece ser un secreto de Estado, que el sindicato no publica ni permite encontrar.

La deuda acumulada representa, sólo por los meses mencionados, una carga de casi 500 millones de pesos para la empresa, consecuencia de una acción de la propia empresa- que le devolvió vigencia al sistema SMAI en 2021- y los controles sobre esos montos, son prácticamente nulos.

Una observación final: Si los afiliados fueran, supongamos, ¿500? Esa es la cantidad de afiliados que se suponen tienen ese privilegio. ¿ Cuántos de ellos requieren de asistencia farmacológica? Si la respuesta, imposible pero probable, fuera el 100%… ¿ Cuanto está gastando ( y cobrando a la vez) el sindicato rosarino por cada uno de ellos… ¿ 94 mil pesos ? ¿ Es posible que cada afiliado de Luz y Fuerza bajo cobertura de SMAI, esté gastando ese monto mensual en medicamentos?

La respuesta es obvia, y alcanza para preguntarse: ¿ Hay algún fiscal en la sala? Porque hay olor a delito. A varios delitos, con nombres y apellidos ràpidos de conseguir.

Un comentario en «EPE: LA HISTORIA DE UN ROBO MILLONARIO LLAMADO «SMAI», QUE PAGAMOS TODOS LOS SANTAFESINOS»

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